El hijo del futbolista Chendo fue enterrado ayer en el cementerio, madrileño de Fuencarral
Miguel Porlan, hijo del jugador internacional madridista Chendo, fue enterrado ayer por la mañana, el mismo día en que hubiera cumplido un mes de vida, en el cementerio del barrio madrileño de Fuencarral. Los padres del niño no asistieron a las exequias debido al estado emocional en que se encuentran después de sufrir el pasado miércoles el accidente de tráfico que supuso la muerte de su único hijo. Los abuelos paternos y maternos del niño ostentaron la representación familiar. La casi totalidad de los directivos del Real Madrid y buen número de jugadores y ex jugadores del club asistieron al entierro.
A las 11.30 de la mañana los restos mortales del hijo de Chendo abandonaron la capilla ardiente de los servicios fuinerarios de Madrid, en los que se dio cita buen número de curiosos y aficionados, para ser trasladados en el coche mortuorio al cementerio de Fuencarral. El secretario de Estado para el Deporte, Romà Cuyàs, así como el director general de Deportes de la Comunidad Autónoma de Madrid, Fernando Andrés, se personaron en los servicios funerarios para dar el pésame a los familiares de Chendo y allí coincidieron con los dirigentes del Real Madrid, encabezados por su vicepresidente primero, Jaime Ussía, ante la ausencia del presidente madridista, Ramón Mendoza, convaleciente de un accidente casero que le afecta sus vértebras cervicales, por lo que los médicos le recomendaron reposo absoluto.También estuvieron presentes en la sede de los servicios funerarios, en representación de la Federación Española de Fútbol, su vicepresidente, Josep Lluís Núñez, presidente a su vez del Barcelona, así como el secretario general, Agustín Dominguez; los seleccionadores nacionales, Miguel Muñoz y Vicente Miera, con los que Chendo alcanzó la internacionalidad, y el coordinador general de la Asociación de Futbolistas Españoles, José López. Entre los compañeros de equipo de Chendo que asistieron al entierro de su hijo figuraron Camacho, Butragueño -que llegó a España el día del accidente-, Gallego, Michel -que horas después contrajo matrimonio-, Cholo y Sanchis, padrino del niño fallecido y uno de los más afectados por su muerte.
También estuvieron presentes, entre otros, ex compañeros del Castilla y del Real Madrid como Isidro y San José, ex jugadores como Benito y Zoco, y técnicos, como Grosso y Lolo Sainz, junto al jugador Rullán y al ex gerente del club Antonio Calderón.
Los restos mortales del hijo de Chendo llegaron aproximadamente a las 12.00 de la mañana al cementerio del barrio madrileflo de Fuencarral, acompañados por varias coronas mortuorias de familiares, del Real Madrid y de sus jugadores, junto con otra individual de Jorge Valdano, que se encuentra de vacaciones en Argentina, tras ganar con su selección el titulo mundial.
La caja mortuoria del bebé fue sacada del coche de los servicios funerarios por Sanchis y el gerente del club, Manuel Fernández Trigo, quienes después la in trodujeron en el nicho asignado en el cementerio y que corres ponde al número 124. Luego rezó unas oraciones el sacerdote Cesáreo Gabaráin, titular de la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves de Mirasierra, quien casó a Chendo y bautizó el sába do pasado a su hijo.
Boda de Michel
Por otro lado, según informa el también jugador madridista Miguel González, Michel, contrajo ayer matrimonio con Mercedes Morales en la madrileña iglesia de Los Jerónimos, en una ceremonia a la que asistieron cerca de 300 personas, entre las que se encontraban muchos de los compañeros de equipo del novio. Michel anunció el día que el Real Madrid ganó la Liga que se casaría después de que finalizara el Mundial, pero la muerte del hijo de su compañero y amigo Chendo, acaecida el pasado miércoles, le hizo pensar en suspender por algunos días la ceremonia. El sacerdote que ofició ésta destino casi toda su homilía a recordar el luctuoso suceso.
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