Moscú expulsa a un funcionario de la Embajada portuguesa

La URSS anunció ayer la expulsión de un funcionario de la Embajada portuguesa en Moscú por realizar actividades incompatibles con su función. Esta medida parece la respuesta a la expulsión, la pasada semana, de dios miembros de la Embajada soviética en Lisboa, acusados de poner en peligro la seguridad nacional e interferir en los asuntos internos de Portugal. Suecia también expulsó ayer a un funcionario de la Embajada de la URSS en Estocolmo.

La agencia Tass informó ayer que el Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS acababa de cursar una protesta por la expulsión de los dos soviéticos, considerada como carente de fundamento e ilegal. "Tal acción por, parte portuguesa va directamente contra sus manifestaciones de mantener y desarrollar buenas relaciones con la URSS", decía la agencia oficial. "La responsabilidad de las consecuencias de esta acción recae sobre las autoridades portuguesas", se añadía. La Embajada lusa declinó hacer ningún comentario sobre la expulsión de uno de sus 10 empleados.

Moscú casi siempre ha respondido a la expulsión de ciudadanos soviéticos que trabajaban en el extranjero con idéntica medida aplicada a un número semejante de extranjeros. Los dos expulsados de Portugal trabajaban en el departamento comercial de la Embajada y fueron, los primeros diplomáticos en ser expulsados de Portugal desde el año 1982, cuando se ordenó la salida del país de dos diplomáticos y se pidió la reducción de personal en la legación como respuesta a la imposición de la ley marcial en Polonia.

El soviético expulsado de Suecia también trabajaba en el departamento comercial de la Embajada y, según las autoridades suecas, realizaba "actividades incompatibles con sus responsabilidades oficiales en Suecia".