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Reportaje:LOS ACCESOS A MADRID / 4

Móstoles y Alcorcón, máximos usuarios de la N-V a Extremadura

Las variantes abiertas han mejorado el trazado general, pero no evitan la congestión de entrada a Madrid

PEDRO MONTOLIÚLa carretera de Extremadura ha sufrido en los últimos años una fuerte variación como consecuencia de la inversión realizada, especialmente en variantes. Gracias a estas obras se han eliminado los problemas que causaba atravesar el centro urbano de ciudades dormitorio como Móstoles, aunque la vía comparta el mismo problema de la mayoría de las carreteras nacionales: la entrada de vehículos en Madrid a primeras horas de la mañana. El tramo más cercano a la capital es recorrido a diario por 110.000 vehículos procedentes en su mayor parte de Móstoles y Alcorcón, en donde viven 320.000 personas, frente a los 14.000 vehículos que se contabilizan una vez pasadas estas poblaciones.

La adecuación de la carretera de Extremadura se consideró imprescindible a finales de los años sesenta ante el impresionante crecimiento de las ciudades dormitorio de Móstoles y Alcorcón. Unas poblaciones que por entonces ya tenían más de 100.000 habitantes, frente a los 6.000 que las habitaban al principio de la década.Para atender a la demanda originada por estas poblaciones, con una escasa infraestructura de transporte público hacia Madrid, la carretera de Extremadura se ensanchó en un momento en que la vía no estaba constreñida por las edificaciones situadas hoy en sus bordes. Se pasó así de uno a tres carriles por sentido hasta Aluche y de uno a dos carriles desde Aluche a Cuatro Vientos.

La obra, que fue aprovechada para evitar las intersecciones al mismo nivel, se vio prolongada con el desdoblamiento del tramo entre Cuatro Vientos y Alcorcón. Entre esta localidad y el límite de la provincia la carretera quedó con un carril por sentido, situación que produjo los principales problemas, no sólo por el estrechamiento de la carretera, sino por la prueba de paciencia que suponía atravesar Alcorcón, primero, y Móstoles, después. Incluso el Ayuntámiento de esta última localidad tuvo que instalar pasarelas metálicas para los peatones con el fin de salvar al tráfico que atravesaba por el centro de la localidad.

Continuas protestas

Las continuas protestas creadas por esta situación motivaron la construcción de las variantes de Navalcarnero y Alcorcón-Móstoles, a las que se dotó de dos carriles por sentido y de diversas salidas con el fin de que los habitantes pudieran llegar con más rapidez a los diferentes barrios de estas localidades. La última obra consistió en la mejora de la entrada a Alcorcón, el desdoblamiento del trazado entre ambas variantes y el refuerzo del firme. Con ello se dio por resuelta la carretera, ante la imposibilidad de lograr nuevas mejoras apreciables. En este momento, el Ministerio de Obras Públicas no tiene previsto que se acometan trabajos de importancia en los próximos meses.

Si con ello quedó solucionado el trazado general de la vía, no se logró evitar la retención diaria que se produce a primeras horas de la mañana entre Alcorcón y Madrid. Eso a pesar de que la carretera posee una bifurcación a la entrada de la capital que permite a los automovilistas dirigirse al centro o a Atocha por el paseo de Extremadura o al resto de la ciudad por la M-30 a través de la avenida de Portugal.

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A diferencia de otras carreteras nacionales, la de Extremadura es sólo parcialmente una carretera de domingo, al ser utilizada únicamente como vía de acceso hacia la C-501. Esta comarcal, que desde la entrada de Alcorcón se dirige. hacia San Martín de Valdeiglesias, es muy utilizada por aquellos que se dirigen en verano a la zona de Chapinería, Pelayos de la Presa y Aldea del Fresno.

Los domingos, hacia las ocho de la tarde, se suma así este tráfico al generado por Móstoles y Alcorcón, lo que produce algunas semanas retenciones que pueden ser evitadas por los automovilistas si se dirigen a Madrid por Boadilla del Monte. Al otro lado de la carretera nacional no hay, sin embargo, unas buenas vías alternativas, pues tanto la que pasa por Arroyomolinos como la que atraviesa El Álamo y Batres tienen en su trazado hacia Madrid localidades tan pobladas como Fuenlabrada y Leganés.

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