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La inactividad no parece ser el mejor remedio

El descenso de la actividad continúa siendo la nota más característica de estas sesiones, en las que el escaso dinero que se aproxima a los mercados de valores está adoptando una actitud altamente selectiva. La mayoría de los valores se mantienen dentro del suave proceso descendente que ha provocado la casi total ausencia de intenciones compradoras, y que ha acercado a los índices generales a menos de cuatro puntos de la anterior zona de resistencia.La dificultad de medir adecuadamente los factores que intervienen en esta caída de las cotizaciones hace que hayan aumentado los recelos hasta el punto de que nadie quiere dar el primer paso. En primer lugar porque no está nada claro que haya llegado el momento de darlo y, en segundo, porque mientras no se conozcan las verdaderas causas de esta situación los precios seguirán bajando. Los datos registrados ayer parecen indicar que el final del descenso de los precios puede coincidir con el final de la actividad.

A los 4.000 millones de pesetas que se negociaron el martes pasado habrá que restarles el retroceso que los valores bancarios sufrieron ayer, al pasar de 277.000 títulos negociados entre los siete grandes a tan sólo 214.000. Al tiempo, los saldos de estos valores continúan descendiendo, siendo el resto global de tan sólo 44.000 títulos sin contrapartida compradora. Ello indica que tampoco el papel sale a los corros, al menos no de una forma importante, ya que el margen actual de las plusvalías no es demasiado abultado. Sólo el Santander se anotó una subida de seis enteros mientras que el resto repitió o perdió entre dos y 10.

Esta disminución en los recortes también se dio en otros grupos y responde a la falta de presión de papel y dinero. Los valores eléctricos, sin embargo, tuvieron unos resultados más negativos que en la sesión precedente, a pesar de que Hidrola consiguió cerrar repitiendo su cotización anterior. Pero nuevamente se produjo un deterioro progresivo del ambiente del que se salvaron muy pocos valores.

En los sectores industriales hubo de todo, concentrándose en ellos los escasos avances que registró la jornada y dándose en muy pocas ocasiones pérdidas superiores a los cinco enteros. No parece existir ninguna prisa por deshacerse de los títulos, lo que puede prolongar la actual situación algunos días más.

El mercado a crédito ha vuelto a situarse en unos niveles muy bajos, aunque en general con predominio comprador. Tan sólo en la sesión del martes las ventas superaron a las partidas compradoras, pero sin llegar a representar más que el 2,63% del total negociado en el día. En cuanto a la contratación efectiva, la media de este mes vuelve a situarse en sus cotas más bajas ante los descensos registrados en estos últimos días, mientras que la media anual se encuentra a punto de perder el nivel de los 7.000 millones de pesetas, lo que parece indicar que se está entrando en los volúmenes propios del verano, esta vez con algo de anticipación sobre las fechas habituales. Si en la sesión de esta mañana no se anima algo la contratación, la semana se cerrará con cifras cercanas a los .3.000 millones de pesetas, un nivel que ya se creía superado.

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