Funeral, gritos y banderas
Leo con profunda preocupación en EL PAÍS la noticia de que un grupo ultraderechista profería gritos contra el Gobierno a la salida de los féretros de los militares asesínados el día 18 de junio por la banda asesina ETA.Bien, estos señores tienen la libertad -nosotros no la teníamos cuando gobernaron ellos- de levantar el brazo, insultar al Gobierno y hacer lo que les venga en gana, pues para eso tenemos libertad.
Comprendemos el dolor de familiares y amigos; asimismo hay que manifestar el dolor de todo ciudadano bien nacido por las muertes, a manos de ETA, de tanto español. Pero lo que no se puede soportar, y habrá que tomar in edidas legales, es que la bandera se manche con un símbolo fascista como es el aguilita o pajarraco, símbolo impuesto por un señor que gobernó España por la fuerza durante tantos años.
Otra consideración merece la asistencia al funeral no oficial de militares más o menos afectos a los jóvenes vociferantes. Para éslos mi sentimiento de pena, dado que al parecer permanecen anclados en un tiempo que ya pasó, que nunca volverá y del que ya no pueden salir-
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