El dinero se mantiene a la espera de novedades

La fuerza de los descensos registrados ayer por los mercados de valores ha vuelto a sorprender a los operadores que, además, se sienten incapaces de encontrar las causas de esta retirada del dinero. La proximidad del período electoral hace que el terreno político sea el más propicio para tratar de encontrar en él argumentos con los que justificar la actual situación, pero las alteraciones del espectro político no parecen tan grandes como para provocar estos temores. Tampoco, una vez que las elecciones y el Campeonato Mundial de fútbol han dejado de acaparar la atención, parece que los asuntos pendientes con el Ministerio de Hacienda hayan sido capaces de paralizar los mercados hasta este punto. En cuanto a los propios mercados, sólo la coincidencia de muchos y muy variados intereses podría hacer bajar los precios tal y como lo están haciendo ahora.Sin embargo, el origen del poco papel que está saliendo a los corros aparece confuso, al menos el de las partidas que provocan la salida de otras cantidades más pequeñas, con lo que lo único realmente constatable es la apatía compradora. También en algún caso se ha detectado el nivel a que se está dispuesto a comprar, como fue ayer el corro de Hidrola, el primero de los más importantes en celebrarse y con mucha incidencia en la orientación de la sesión. A una demanda al límite le siguió el cierre inmediato de la operación, con lo que el silencido se apoderó de todos los que presenciaban el corro, y el estado de ánimo, al igual que las acciones, bajó unos puntos. El resto de las eléctricas tenía ya marcado el camino cuando salieron a contratar, por lo que no es extraño que cedieran en la mayoría de los casos cantidades apreciables.

El sector bancario se hizo eco de esta situación y registró un aumento del papel puesto a la venta, aunque todavía se mantienen los saldos en unos niveles muy bajos. Poco más de 100.000 títulos a la venta presentaban los siete grandes, cantidad a la que había que restar los 5.000 títulos que el Hispano tenía como resto comprador. También el total contratado por estos valores ha descendido sustancialmente, superándose por escaso margen los 300.000 títulos, 90.000 menos que en la sesión anterior, lo que hará que el volumen contratado en esta sesión descienda otra vez por debajo de los 5.000 millones de pesetas efectivas, ya que tampoco los demás grupos se mostraron demasiado activos.

Los sectores industriales, en los que la estrechez impone sus criterios tanto al alza como a la baja, sufrieron con más fuerza las consecuencias de la escasez de dinero, debiendo publicar algunos de los valores más importantes posición de papel sin operaciones, o, simplemente, quedándose sin cotizar. Las bajas fueron muy fuertes, sobre todo en el sector químico, en el que el día anterior se mantuvieron los precios sin demasiadas dificultades. Telefónica también cedió ante la ausencia de compradores y sus acciones bajaron algo más de cinco enteros en el mercado madrileño, redondeando así una jornada en la que los índices generales perdieron entre los 2,24 de Bilbao y los 4,12 de Valencia. Madrid cedió 3,55 y Barcelona se ahorró el esfuerzo al no celebrarse sesión por ser en esa comunidad día festivo.