Un balcón vacío

Todo estaba preparado para repetir la escena de aquel 28 de octubre de 1982. Felipe González, en aquella noche después de ser aclamado durante dos horas, salió a un balcón del hotel Palace para saludar a los miles de personas que coreaban con entusiasmo su nombreDespués salió Alfonso Guerra y, estrechadas sus manos, ambos hicieron la señal de la victoria. Anoche no se dio esa situación. Aquel balcón de hace cuatro años permaneció vacío. Por si acaso, desde la tarde, los técnicos habían instalado un micrófono en el balcón de la habitación 210 de ese hotel, pero pronto se intuyó que esta vez no habría saludo presidencial.

Cuando ya se conocían los primeros resultados, apenas 100 curiosos se apostaron detrás de las barreras de seguridad instaladas fuera del hotel por si se repetía aquella multitud de 1982 deseosa de seguir lo que ocurría en el interior.

En ningún momento hubo más de 200 espectadores. Nadie miraba al balcón, detrás del cual González, Guerra, Javier Solana y Txiki Benegas hacían como que veían el España-Bélgica. "El presidente no se va a quedar hasta el final del partido", comentó Julio Feo.