Escasos compromisos en las propuestas de los partidos

Los principales problemas actuales de la sociedad española, a juzgar por la extensión y prioridad ,que les conceden en sus programas todos los partidos y coaliciones que concurren a las elecciones de mañana, domingo, son los siguientes: el funcionamiento de la Administración, el paro, el terrorismo, la droga, la financiación de comunidades autónomas, de corporaciones, locales, la situación de la justicia y de las prisiones, y las repercusiones de la entrada de España en la Comunidad Europea (CE).Los programas electorales, a excepción del elaborado por Coalición Popular (CP) en su papel de alternativa de Gobierno y los redactados por las candidaturas más radicales e izquierdistas, son deliberadamente inconcretos y constituyen más un memorándum de buenos y genéricos propósitos con los que es difícil estar en desacuerdo -independientemente de la ideología o de los intereses que se defiendan-, que un listado de propuestas precisas.

Críticas genéricas

El programa electoral del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por ejemplo, que contiene continuas referencias a la labor realizada por el Gobierno en la anterior legislatura y a la necesidad de consolidar el camino emprendido y de continuar avanzado en el terreno de las libertades, de acuer do con la Constitución, puede ser suscrito en el 80% de su contenido (referencias a que hay que mejorar esto o aquello) por cualquier votante de cualquier partido.

Con los programas electorales del Partido Reformista Dernocrático (PRD) y del Centro Democrático y Social (CDS) ocurre algo parecido. La mayor parte de sus contenidos constituyen críticas genéricas a la situación actual en uno u otro departamento de la Administración, expresión de beneméritos propósitos de perfeccionamiento y mejora (desburocratizar, liberalizar, modernizar, despolitizar, etcétera) y grandes afírmaciones en favor de la democracia, la libertad o la justicia social.

La diferencia entre unos y otros está en la inclusión de un reducido número de propuestas-gancho para el electorado al que presumiblemente van dirigidas: privatizaciones concretas (empresas públicas y áreas de la Seguridad Social) en el caso del PRD o compromiso de reducir a tres meses el servicio militar en el del CDS. El PRD, junto a Izquierda Unida y Unidad Comunista, propone en su programa una definición del Senado como Cámara de las autonomías. Mientras que el CDS se manifiesta en favor de la moficación de la ley electoral.

Coalición Popular, pese a haber olvidado sus afirmaciones de derogar la ley del aborto o de reformar la Constitución en el título VIII, sí ofrece un amplio y concreto abanico de propuestas para el electorado de derechas: profunda reforma de la reforma fiscal; múltiples privatizaciones (empresas públicas, Radiotelevisión Española, Seguridad Social); supresión de la ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE) y fuertes ayudas a la. educación privada; y cambio en la elección del Consejo General del Poder Judicial.

Algo parecido, en cuanto a precisión de las ofertas, no en cuanto a su contenido, ocurre con los programas electorales más radicales (Izquierda Unida, Unidad Comunista, o nacionalistas catalanes y vascos): ampliación de las leyes de aborto y divorcio; derogación de la ley Antiterrorista y reforma del hábeas corpus; desmantelamiento de las bases hispano-norteamericanas; defensa del sector público; denuncia del Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Europea (CE), así como reforma de la ley Electoral y modificación, en el caso de Izquierda Unida, de la ley de Extranjería y Asilo.

Las comunidades autónomas

Los partidos nacionalistas, independientemente de que sean de izquierda o de derecha, gallegos, catalanes o vascos, coinciden en reivindicar, en sus programas, un sistema definitivo y suficiente de financiación para sus respectivas comunidades autónomas y para las corporaciones locales; una mayor información y participación en las discusiones de la Comunidad Europea que puedan afectar a sus territorios o a competencias exclusivas de sus respectivos gobiernos; y una ampliación de sus techos autonómicos.

Las fuerzas más a la izquierda en el espectro político hablan de autodeterminación y de trabajar por una futura organización federal del Estado. En el País Vasco hay coincidencia entre las fuerzas políticas en propugnar la democratización de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la supresión de la Audiencia Nacional.