Eloy Olaya

Eloy José Olaya Brendez, de 21 años, se coló sin hacer ruido en la lista de 22 para el Mundial e incluso Negó a decirse que un problema de pubis le impediría acudir."Me dio rabia que saliera aquella noticia falsa, pero siempre estuve tranquilo porque sabía que todo iba a aclararse". Todo quedó tan claro como se supone debe estarlo ya para Miguel Muñoz. Después de los partidos contra Argelia y Dinamarca, en los que Eloy apareció con su velocidad, el pequeño jugador del Spórting quiere ser la pareja de baile de El Buitre en el Mundial.

Desde su 1,67 de estatura Eloy ve las cosas al mismo nivel que Emilio Butragueño (1,78). "Somos jugadores de características similares. Para mí El Buitre es uno de los mejores futbolistas actuales, ve el fútbol muy bien, reacciona en décimas de segundo y eso favorece mis condiciones de movimientos veloces".Además de ser bajito -"eso no quiere decir nada, no supone ningún motivo para que los dos podamos formar el ataque de la selección española"-, ambos tienen más cosas en común. Emilio se agobia los últimos días de mayo con los exámenes de las asignaturas de segundo de Empresariales, y Eloy ya ha comenzado a estudiar primero; "para intentar terminar también Empresariales, aunque voy a ir poco a poco", dice.

Eloy, pese a sus 21 años, lleva ya cuatro temporadas en el primer equipo del Spórting. Y ha sido, probablemente, uno de los jugadores españoles con debú juvenil más temprano. "Con José Manuel Novoa como entrenador jugué mi primer partido con el Spórting a los 15 años, contra el Turón, en la Copa". Ahí fue donde el chaval vivió su primera anécdota, que ahora, en el hotel de la concentración de la selección española, recuerda con especial cariño: "Estaba citado en El Molinón para salir hacia Mieres, donde íbamos a jugar el partido. Yo cogí el autobús del barrio, como cada día, pero hubo un atasco y me puse muy nervioso porque llegué unos cinco minutos tarde. Los compañeros y el entrenador me vieron llegar con cara de susto y comenzaron a reírse y aplaudirme". Luego, el debú ya más en serio llegaría de la mano del técnico yugoslavo Vujadin Boskov. Desde entonces la trayectoria de Eloy ha sido de altura.

Eloy acaba su contrato el 30 de junio. Antes del Mundial no llegó a un acuerdo para su renovación con los directivos del Spórting, pero asegura que no va a aprovechar al regreso la euforia de sus buenas actuaciones para exigir más dinero del que ya pidió antes de viajar a México. "Es cierto que mantenemos diferencias económicas, pero también que mi palabra no voy a cambiarla porque aquí me salgan las cosas tan bien como hasta ahora. No voy a aumentar la cantidad que en su momento solicité. De eso pueden estar seguros en el Spórting". Sin embargo, su cotización ya ha subido y es seguro que que seguirá elevándose. "Es lógico que si me llegan ofertas importantes tenga que pensármelo, aunque para mí es muy difícil salir de Gijón. Ahí tengo mi familia".

Eloy se define como una persona absolutamente normal, con las inquietudes y gustos de cualquier chico de su edad. "Me gusta lo que a la mayoría, oír música, el cine, salir con. los arnigos". Sus preferencias musicales van por Dire Straits y Paul Young, le gustan Al Pacino y Dustin Hoffman, y, sobre todo, Jessica Lange. Tiene manías, "corno todo el mundo", y su superstición consiste en llevar -"siempre que me dejan"- el número 7. En el Mundial no ha podido ser porque ese número fue, para Señor por una cuestión ole jerarquía. Eloy lleva el 20, al que está "cogiendo cariño".