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Juan Barranco: "Aceptaría ir a las municipales como 'número dos' en la lista del PSOE"

Juan Barranco, alcalde de Madrid, aceptaría ir en la lista del PSOE a las elecciones municipales, que se celebrarán en mayo de 1987, como número dos, "con cualquiera de las personas cuyos nombres se están barajando", "o con alguno de los miembros de mi propio equipo" afirma. En una entrevista, Barranco expresa sus profundas dudas a presentarse como cabeza de candidatura. El alcalde asegura que tiene más contacto con los problemas que el que tenía su antecesor, Enrique Tierno, y advierte que no quiere presidentes de junta metidos en los despachos, sino recorriendo las calles y tomando nota de los problemas de su distrito.

Unas pequeñas hojas, muchas totalmente ocupadas, recuerdan a Barranco la multitud de cócteles, entrevistas y reuniones previstas para la semana. Demasiados actos para un hombre que, según reconoce, sólo hace un año tenía que ser animado y hasta convencido por Enrique Tierno para ir a un viaje en representación del Ayuntamiento. "Es conveniente que vaya usted", le decía el alcalde, que ya sabía próximo su fin. "Pueden venir tiempos duros", añadía para acallarle las últimas reticencias, según recuerda Barranco.Porque el recuerdo de Tierno sigue presente. Lo está en las encuestas que realiza el Ayuntamiento. La mayor parte de los preguntados le pide a Barranco que siga los pasos del viejo profesor; aparece cada vez que se valora la gestión del equipo de gobierno, y, de hecho, todos son conscientes de que la figura de Enrique Tierno tendrá un peso importante en las elecciones municipales de mayo de 1987.

"Nos conocíamos de antes. Ambos éramos diputados. Luego, cuando me mandó el partido que fuera de número dos de la lista, se creó un clima de entendimiento", asegura Barranco. "Ya lo he dicho muchas veces: Tierno tuvo conmigo numerosos detalles. A pesar de lo que se ha afirmado sobre nuestras relaciones al comienzo del mandato, no capté nunca una desconfianza hacia mí'.

Cinco meses después de la muerte de Tierno, en los que ha repetido numerosas veces que no tiene clara su presentación como cabeza de lista a las municipales, Barranco persiste en su papel de Hamlet de la política municipal madrileña. Por un lado, sobre él pesan el apoyo recibido por los distintos estamentos de su partido y la popularidad. Emilio García Horcajo, primer teniente de alcalde, presente en la entrevista, interviene para decir que "en estos momentos hay un apoyo generalizado para que sea el próximo alcalde de Madrid". El mismo Barranco reconoce que estas peticiones se han vuelto insistentes desde distintas agrupaciones.

Con respecto a la popularidad, el alcalde comenta satisfecho que en la última encuesta realizada ya le conoce el 93% de la población. "Nadie me ha parado por la calle para decirme algo desagradable, y en todos los actos populares a los que acudo, las mujeres, sobre todo, me piden que siga. Evidentemente es una experiencia gratificante".

Problemas personales

A pesar de ello, Barranco sigue dudando. Las razones habría que buscarlas, según él, no en una falta de apoyo del partido, sino en problemas de carácter personal. Esta postura produce una sonrisa en sus oponentes políticos, que creen ver en estas dudas una maniobra que es rotundamente negada por el alcalde. "En mi duda personal quizá haya influido la situación en la. que he llegado a ser alcalde. Yo no iba de número uno para la alcaldía, y no tengo asumido que sea un profesional de la política. Tengo claro que voy a ser siempre un socialista, pero no que voy a vivir de la. política".Barranco habla de su familia -"a mis hijos no les gustaría que fuera alcalde cuatro años"- y de la inexistencia de tiempo libre -"antes me podía reunir con los amigos al terminar el trabajo; eso se ha terminado"-, antes de volverse a instalar en la duda. "Me plantea problemas el no saber si soy el hombre idóneo para dirigir esta ciudad". De todas formas, Barranco reconoce que a la hora de elegir entre sus problemas personales y el partido "contaría más la opinión de los compañeros". De momento, y para ganar algo de tiempo para sí mismo, a final de mes está previsto que deje de vivir en Alcorcón para instalarse en el edificio ocupado hasta ahora por el Gobierno Civil, en la calle Mayor, a escasos metros de su despacho oficial.

Los otros candidatos

El alcalde sabe que estas vacilaciones "pueden ser contraproducentes", y más en un momento en que algunos políticos lanzan los primeros cabos hacia el bastón de mando. A los nombres de Fernando Morán y José Barrionuevo, como posibles números uno de la candidatura municipal por Madrid, Barranco dice que también se habla de Javier Solana y Joaquín Leguina. La respuesta a si aceptaría ir como número dos con uno de ellos a las elecciones municipales es tajante: "Sí, con cualquiera. Como iría de segundo sin dificultades con alguno de los miembros de mi propio equipo. Yo no me planteo que un hombre que ha sido alcalde tenga a continuación que ocupar puestos similares o más altos como única alternativa. No concibo así la política".Porque el equipo para Barranco es fundamental. Cuando ocupaba el puesto de primer teniente de alcalde, las entrevistas con los responsables de las distintas áreas eran continuas. Ahora, a pesar de los múltiples actos a los que tiene que asistir, suele convocar a los miembros del equipo de gobierno a primera hora de la tarde para hacer un seguimiento de los problemas, independientemente de la reunión mantenida los viernes por la mañana.

Estos contactos se completan con los encierros organizados algunos fines de semana en las cercanías de Madrid y con las reuniones del grupo de concejales socialistas, en las que Barranco -"eso lo da la confianza"- no ahorra algún que otro golpe en la mesa al criticar el tratamiento dado a alguno de los temas.

"Es cierto que de algunas cosas concretas ya no me entero tanto como antes, que todo pasaba por mis manos. He descargado muchos temas en el primer teniente de alcalde, y hay puntos concretos de los que no me entero en profundidad o lo hago a toro pasado, pero tengo más contacto con los temas que el que tenía Tierno. Porque él y yo somos dos personas distintas tanto en edad como en información", dice Barranco.

Con cuaderno y bolígrafo

Una opinión similar expresa el alcalde cuando se le recuerda que Tierno llamaba a los responsables de área por las mañanas para indicarles que un semáforo no funcionaba o que se había producido un bache. "Tengo más contacto con la calle que el que él tenía", dice Barranco. "Tierno hablaba con mucha gente, y de ello obtenía muchas informaciones. Yo llevo en el coche un cuaderno y un bolígrafo y voy apuntando todo lo que veo, y no sólo eso, sino que me ocupo de que se arregle porque hasta que no se subsana no lo borro"."Estamos sacando adelante la gestión de este Ayuntamiento, y lo estamos haciendo con fórmulas y propuestas imaginativas", dice Barranco, que afirma haber recibido numerosas felicitaciones de representantes extranjeros sobre el estado de la ciudad. Reconoce, sin embargo, que el centro de Madrid está sucio y que algunas zonas de los distritos no están todo lo bien que debieran. "Se lo he dicho al grupo. No me interesa que los presidentes de junta estén en los despachos. Deben estar en la calle y conocer los problemas de los barrios".

En la presentación del libro de gestión hecha hace un mes, Barranco afirmó que uno de los problemas pendientes era el chabolismo. "En estos momentos habrá unas 5.000 infraviviendas. De todas formas, no sé si este problema tiene una solución definitiva, pues siempre habrá alguien viviendo en situaciones infrahumanas. Aunque el chabolismo está desapareciendo, y es nuestra obligación que desaparezca, el que diga que en esta ciudad no va a haber ni una chabola es un insensato".

Con respecto a los planes para el futuro, Barranco, que ha encargado la realización de dos películas para vender Madrid, anunció que continuarán las grandes actuaciones, "aunque en menor número que en este mandato que termina". Entre las que quedan por realizar figuran el parque de agua, el canal de remo, un parque dedicado al asesinado primer ministro sueco Olof Palme y la construcción de una plaza de la Paz, a petición de los pacifistas. "Pero, sobre todo, hay que duplicar los centros de la tercera edad e invertir más en polideportivos. Una sociedad avanzada se preocupa de los viejos y de los niños".

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