Corea del Sur desaprovechó el sesteo italiano

ENVIADO ESPECIAL Italia, que derrotó ayer por la mínima diferencia y con más pena que gloria a Corea del Sur se enfrentará a Francia el próximo día 17, en el estadio Olímpico, de México, en partido de los octavos de final de la Copa del Mundo. La selección transalpina, con un discreto encuentro, se impuso a los, surcoreanos que, pese a derrochar energías y dominar durante largas fases del partido, fueron incapaces de coordinar sus acciones. Altobelli, autor de todos los goles conseguidos por el campeón del mundo hasta ahora, pudo sentenciar el partido a los 36 minutos de juego, pero falló un penalti que le había regalado el norteamericano David Socha, de triste recuerdo para los españoles y lamentable protagonista del encuentro de ayer.

Italia ya había podido marcar dos goles a los cinco minutos de juego. En la primera jugada, a los 34 segundos, Conti metió el balón en profundidad para Di Gennaro, que, cuando iba a rematar, totalmente solo frente al portero surcoreano, se cayó no una vez, sino dos veces. Ésa fue la primera gran ocasión del partido. Cuatro minutos después, Cabrini remataba espléndidamente de cabeza un centro de Bagni y forzaba un paradón de Oli.

Italia parecía dispuesta a resolver el encuentro en sus primeros minutos con el fin de jugar mucho más relajada durante el resto del partido. La extraordinaria habilidad de Altobelli hizo que el conjunto campeón del mundo se colocara por delante del marcador a los 17 minutos. Adquirir ventaja y poner en práctica la ley del mínimo esfuerzo fue todo uno. Italia, que podría jugar un excelente fútbol durante los 90 minutos, prefirió retrasarse hasta su campo y esperar que los surcorcanos tomaran la iniciativa. Eso fue lo que los asiáticos hicieron contra Bulgaria, en el partido inaugural, y terminaron empatando.

Los surcoreanos, que tuvieron al público a su favor simplemente: por el hecho de llevar el mayor desgaste en el partido, fabricaron ocasiones, pero fueron absolutamente incapaces de resolverlas positivamente en el último instante. Italia siguió a su ritmo tras la igualada de los surcoreanos, que cayeron con honradez. Los italianos, viejos zorros, se líinitaron a esperar los errores rivales para marcar dos goles más y volvieron a colocarse en la segunda fase de una Copa del Mundo después de haber realízado mínimos esfuerzos en todos sus encuentros.