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Un vecino de Paracuellos denuncia que un artefacto explosivo procedente de un campo de tiro cayo en su chalé

José Ramos Pozo denunció en el cuartel de la Guardia Civil que el pasado miércoles, aproximadamente a las tres ole la tarde, un artefacto cayó en el techo del chalé que posee en las afueras de Paracuellos de Jarama. El afectado cree que el objeto provenía de prácticas de tiro realizadas en el campo de pruebas de la fábrica de armas CETME, situada a 1.000 metros de la urbanización. Sin embargo, la dirección de la fábrica de armas afirmó ayer que a esa hora no se realizaron prácticas de tiro y que sus propios datos indicaban que el objeto en cuestión era más parecido a una hebilla como las usadas en los paracaídas que a un proyectil.El chalé de José Ramos; se encuentra situiado en la urbanización Peña del Cuervo, en, las afueras de Paracuellos del Jarama, a unos tres kilómetros del casco urbano. La urbanización se -Parceló de forma ilegal (los terrenos estaban calificados como rústicoss).

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El miércoles, 4 dejunio, José Ramos se encontraba a un par de metros de su casa, atareado en unas obras de cerramiento de la parcela, cuando escuchó un golpe seco y fuerte. Un hijo suyo, de nueve años de edad, se encontraba en el interior de la casa.. Asustado, el hombre miró al suelo y encontró un objeto de hierro de unos 20 centímetros, cilíndrico, pesado y hueco, ¡que le pareció parte de algún tipo de proyectil. Desde por la mañana, según el denunciante, en toda la urbanización se oían los estampidos producidos por los disparos, que continuaxon a intervalos de unos 30 minutos durante el jueves y el viernes.

José Ramos explicó que, cuando se inclinó para recoger el objeto, se quemó la mano. "El trozo de metal estaba al rojo vivo", según sus propias palabras. No hizo nada durante tres días, hasta que se decidió a presentar una denuncia por daños ante el cuartel de la Guardia Civil de Torrejón de Ardoz: "Al ir a tocarla", dice el texto de la denuncia, "estaba ardiendo, por lo que cree [el denunciante] que sea un trozo de metralla del proyectil que había hecho explosión, causando agujero en la tela asfáltica del hecho". De hecho, el artefacto no llegó a agujerear el techo, sino que rebotó y cayó al suelo, según el afectado. La casa, sin embargo, presenta dos grietas verticales en uno de sus muros, que José Ramos atribuye a las vibraciones causadas por el impacto. El denunciante estima que los daños ocasionados en su vivienda ascienden a unas 200.000 pesetas, aunque añade que ésta es una cifra puramente estimativa..

"Las prácticas de tiro se suceden con cierta frecuencia y a veces han alarmado a los vecinos de la urbanización", dice José Ramos. "Debe de ser que algunas caen cerca y las vibraciones se notan en el interior de las casas".

Otro vecino de la urbanización, Ramón Navarro, puso una denuncia similar hace tres años: "En mi caso, los hechos ocurrieron casi a las doce de la noche y no fue un proyectil, sino una ráfaga que supongo de metralleta. Las balas rompieron la ventana de una roulotte que teníamos junto a la casa y se incrustaron en el mobiliario del interior. El susto que nos llevamos fue tremendo porque una de mis hijas se había quedado a dormir en la caravana".

Un portavoz de la fábrica CETME afirmó ayer que el miércoles hubo unas prácticas que concluyeron a las 13.30, por lo que difícilmente podría tratarse de un proyectil disparado por ellos. El portavoz añadió que, puestos en contacto con la Guardia Civil de Torrejón de Ardoz, les habían informado que el presunto proyectil se parecía más a una hebilla como las utilizadas en los paracaídas, descripción que no coincide en absoluto con la facilitada por el denunciante. "Estamos preocupados por la existencia de la denuncia, pero no porque creamos que tenemos ninguna responsabilidad", añadió el portavoz de CETME. "Nosotros tomamos todas las precauciones posibles para evitar este tipo de accidentes, pero también habría que considerar la actitud de un Ayuntamiento que permite la construcción de una urbanización ilegal junto al campo de pruebas".

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