Fútbol y droga
Tengo un despertador-radio, y aunque el motivo de ésta no es hablar de mis comodidades dornésticas, en este caso debo nombrarlo por ser el mayor culpable de mis sustos matutinos. Casualidad o no, está sintonizado con Radio El País.Ya con el bombardeo a Trípoli mi angustia mañanera había sido mayúscula, aunque era algo que se veía venir; pero mi desconcierto aumenta ante lo inesperado, y esta mañana ha sido desbordado, por las cifras de 100 heridos y 80 detenidos con motivo de la celebración de la victoria futbolística mexicana en su capital. De la celebración de la derrota británica no se dijo nada, pero me lo imagino.
Desde mi mentalidad juvenil, en un país donde se habla mucho de la juventud, pero lo único que seguimos teniendo claro es que todo está oscuro -por no decir otra cosa-, recuerdo con nitidez que
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