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MÉXICO 86

Maceda, lesionado en una rodilla, bajo definitiva

ALFREDO RELAÑO ENVIADO ESPECIALLa mala fortuna sigue persiguiendo a España. A la derrota ante Brasil se ha unido la baja definitiva del defensa libre, Antonio Maceda, para todo el Mundial. Sus continuos derrames en la rodilla derecha, operada esta misma temporada, no han cesado y, tras el partido con los brasileños, su líquido sinovial llegó a alcanzar los 90 centímetros cúbicos. La selección española se queda con 21 jugadores y la incorporación de uno nuevo parece muy difícil, pues la lesión no se produjo durante el partido, sino que Maceda la arrastraba incluso desde antes del torneo.

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La baja del madridista Maceda se produjo por recomendación del doctor Jorge Guillén, médico de la selección, a Miguel Muñoz, ante la constancia de que la continuidad de esfuerzos podría incluso hacer peligrar el futuro futbolístico de jugador. Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, presente en Guadalajara, habló también con el doctor Herrador, traumatólogo del club, y éste opinó que el reposo absoluto es obligado.Maceda fue operado de menisco por el doctor Pedro Guillén, especialista en las intervenciones de rodilla denominadas artroscopias el 11 de marzo y reapareció en el partido de vuelta de la Liga, frente al Barcelona, a las tres semanas.

Respecto al encuentro con Brasil, España encajó mal la derrota y se le ha unido la desgracia inmediatamente. La evidencia, refleja da por la televisión, de que el tiro de Michel había sido gol irritó a los jugadores, que acusan al árbitro Bambridge y al presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA),el brasileño Joáo Havelange, de manipular el resultado. La Prensa mexicana considera válido el gol y apuesta a que Bambridge, ya no arbitrará más. El hecho de que Sócrates estuviera en fuera de juego en un momento del gol brasileño, lo que se advierte también por televisión, contribuyó a aumentar el enfado.

Todo eran malas caras en el hotel de la selección española, mientras en la calle atronaban las bocinas festivas de los coches de la torcida, a cuyo jolgorio se sumaba la mayor parte de los aficionados locales, provocando así un descomunal colapso de tráfico en la ciudad. En el enorme tumulto permanente que es este hotel, que, por su ubicación dentro de la ciudad, no garantiza ninguna tranquilidad a los jugadores, éstos se lamentaban del arbitraje sufrido.

Los informadores radiofónicos acercaban sus grabadoras a los futbolistas españoles recibían sus quejas. Gallego decía que, "cuando Havelange está de por medio, hay que mosquearse". Muñoz calificaba de deshonesto el arbitraje. Michel clamaba por su gol. Y en todas las conversaciones salía a relucir el nombre del árbitro español Lamo Castillo, que dirigió el primer partido de Brasil en el Mundial de España.

Precedentes

Aquel encuentro lo jugó bien Brasil, pero tuvo probelmas ante el buen equipo de la URSS. Un par de equivocaciones de Lamo Castillo facilitó el triunfo de los brasileños, que en adelante romperían a jugar espléndidamente y verían rota su racha sólo ante el gran momento de Italia. Pero nadie ignora que aquellos errores arbitrales le ayudaron a despegar.

Lamo Castillo no arbitró más en aquel campeonato y la Prensa, la radio y la televisión mexicanas consideran que ahora debe ocurrir lo mismo. A pesar de que el juego de España, como el de Brasil, decepcionó, tanto en la Prensa como en la calle se lamenta la injusticia que sufrió España al ser despojada del gol de Michel.

El partido había levantado talexpectación que el principal diario deportivo de México, Esto, abría sus páginas anunciando que se iba a celebrar el choque del campeonato y colocaba en la parte baja de su primera página el resultado del encuentro inaugural, entre Italia y Bulgaria. La furia roja y el fútbol samba se iban a enfrentar, en la caldera del diablo.

La furia roja es, por supuesto, España; el fútbol samba no necesita traducción, y la caldera del diablo es el estadio de Jalisco, donde se jugó. Otro motivo de decepción de la ciudad, aparte del mal juego y de la irregularidad en el arbitraje, fue el hecho de que quedaran dos claros en los fondos del estadio cuando muchas personas llevaban semanas buscando entradas. Se interpreta como un mal control de las reservas de los organismos oficiales -algo que pasó con frecuencia en el Mundial de España- o como un mal cálculo de la reventa, que se guardó entradas hasta muy última hora para cotizarlas mejor y se encontró en su momento con que casi ninguna persona sin localidad acudió al campo, en respuesta a las llamadas hechas por las autoridades para evitar aglomeraciones y molestias a las puertas del estadio, que, pese a ello, existieron.

Los jugadores españoles vieron los reportajes de televisión en el hotel y terminaron de indignarse a comprobar que en la jugada del gol hubo un momento en que Sócrates, autor final del tanto, se encontraba en posición adelantada, circunstancia que ninguno había advertido en el instante de producirse. Respecto al tiro de Michel, a ninguno le cabía duda alguna, de. que había sido gol.

Por lo demás, los jugadores disfrutaron ayer de un nuevo cara a cara con sus mujeres, con las que pasaron la tarde y cenaron. La mayoría de ellas se marchó ya a España. Incluso se fue la de Maceda, a la que su marido debía llainar nada más llegar a Madrid para darle la mala noticia. Y la que más o la que menos se llevó alguna infección intestinal, aparte de tener que hacer algo en Madrid o se ha hartado de fútbol y de esa relación anormal con su marido.

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