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Compradores de viviendas reclaman a la Caja Postal mas de 1.000 millones de pesetas cobrados en comisiones ilegales

La Caja Postal de Ahorros puede verse obligada a devolver cerca de 1.000 millones de pesetas a numerosos compradores de viviendas a quienes concedió créditos hipotecarios entre 1978 y 1981 y a quienes cargó durante años una comisión del 2% anual que ahora le reclaman los afectados. Tras haber atendido las primeras reclamaciones que le fueron presentadas, la dirección de la Caja Postal ha decidido no efectuar ninguna devolución más, de no mediar sentencia judicial que le obligue a devolver las citadas cantidades.Sin embargo, la Caja Postal ha decidido disminuir la cuantía de la citada comisión al 1% anual a partir de este momento, efectuando el cálculo de tal porcentaje sobre el capital pendiente de amortizar en los respectivos períodos.

Entre los años 1978 y 1981 la Caja Postal concedió préstamos hipotecarios por una cantidad media de 1,5 millones de pesetas a numerosos compradores de viviendas, la mayor parte, de ellos radicados en localidades del cinturón de Madrid. Los préstamos llevaban aparejada una comisión de 2% anual sobre el capital inicial, o del 1% semestral, que se cobraba semestralmente sumada a la cuota de amortización del principal. De acuerdo con fuentes de la Caja, ese 2% no era propiamente una comisión, sino un tipo de interés enmascarado que venía a acercar el tipo de interés nominal (del 14%) del préstamo a los niveles entonces vigentes en el mercado. La Caja venía así cargando entre 13.000 y 15.000 pesetas, según los casos, como comisión en cada uno de los dos recibos semestrales de amortización.

Muchos reclamantes no tuvieron contacto directo con la Caja, ya que con frecuencia la entidad otorgaba los préstamos hipotecarios directamente a la constructora (caso típico de la promotora Pryconsa), de forma que luego el comprador individual de un piso se subrogaba en las obligaciones del promotor con la Caja.

El primer intento documentado de rechazar estas comisiones data del 30 de julio de 1984, cuando un avispado comprador de vivienda dirigió un escrito al Banco de España pidiendo el veredicto del banco emisor sobre el tema.

Un oficio de contestación del Banco de España aseguraba que el cobro de tales comisiones era "incorrecto", en base a las órdenes ministeriales del 29 de febrero de 1972 y de 23 de julio de 1977, que autorizan "una comisión de apertura del 1 por 1.000 sobre el límite del crédito concedido". La noticia de las reclamaciones se han extendido como la pólvora en los últimos dos meses entre los titulares de créditos hipotecarios de la Caja Postal, hasta el punto de que ahora se amontonan las cartas de reclamación en la sede de la Caja, en el madrileño paseo de Recoletos.

Actitud improcedente

La Caja, tras atender las primeras reclamaciones (aunque no los intereses correspondientes), provenientes de un bloque de viviendas de San Fernando de Henares (Madrid), donde las comisiones cobradas se elevan a 32 millones de pesetas, ha suspendido las devoluciones, manifestando a los reclamantes que no atenderá ninguna devolución más, si no es por mandato de un juez. La Caja ha solicitado informes a especialistas en derecho bancario, según los cuales el cobro de esas comisiones es legal, aunque está sujeto a las más variadas interpretaciones.Fuentes del Banco de España consultadas por este periódico se atienen a la orden ministerial de 17 de enero de 1981, según la cual la actitud de la Caja ha sido improcedente, ya que para los créditos no hay libertad de comisión. Según el título III, artículo 8º , apartado b de la citada orden, las únicas comisiones a aplicar en operaciones de crédito son del 0,5% sobre el importe de la operación o el límite del crédito. Pero, opinan las fuentes consultadas, "el Banco de España no es un tribunal y no puede forzar a la Caja a devolver esas cantidades. Lo único que podría hacer, si fuera el caso, es imponer sanciones administrativas".

La Caja Postal no opina lo mismo, y en carta remitida a los reclamantes señala que "en torno a su desacuerdo con la comisión fija y periódica incluida en los recibos, de amortización de su préstamo, le participamos que, a juicio de la Caja Postal, dicha comisión se encontraba sujeta a derecho en el momento de la formalización del oportuno contrato."

Sin embargo, en la citada misiva la Caja señala que "es consciente de la falta de adecuación de los costes resultantes del préstamo de que usted es beneficiario respecto a las actuales condiciones del mercado, por lo que, en un intento de aproximar dichos costes a la realidad actual", ha decidido proceder al cobro del 1% anual citado, calculado sobre el capital pendiente de amortizar. La Caja Postal tiene actualmente un riesgo hipotecario cercano a los 130.000 millones de pesetas.

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