Los seleccionadores se lamentan de las condiciones meteorológicas en las que se jugará el Mundial
ENVIADO ESPECIALMiguel Muñoz, seleccionador español de fútbol, coincide plenamente con el resto de directores técnicos de la gran mayoría de equipos participantes en la Copa del Mundo en que las condiciones en las que se va a disputar este Mundial no benefician en nada al espectáculo. Todos ellos señalan que tanto la altitud como el calor -algunos incluso hablan de las condiciones de los terrenos de juego- serán un serio problema para que los equipos rindan a su mejor nivel. "No son quejas, ni protestas, sólo hablamos de hechos reales. Estamos a más altura y jugamos con un calor que mata", explicó Muñoz.
El seleccionador español aseguró que "el fútbol que se va a ver será. mucho más, lento, no tendrá la vivacidad que: tiene en Europa y, por tanto, eso puede dañar sensiblemente el espectáculo",Muñoz añadió, como anécdota que el pasado mes de diciembre asistió a un torneo cuadrangular que se disputó en México, y en el áltimo partido se enfrentaron México y Hungría: "Los húngaros tuvieron que alinear a un auxiliar, porque estaban que no aguantaban". El responsable del equipo español cornenta: "Nada. de todo esto es nuevo; si ustedes ojean los periódicos de 1970 comprobarán que los equipos qué participaron en aquel campeonato tuvieron los mismos problemas que nosotros, y se quejaron de las mismas cosas. Distintos entrenadores, pero idénticos comentarios".
Las quejas contra la FIFA o la organización del Mundial por las condiciones en las que se van a jugar los partidos han sido muy duras. Gyorgy Mezer, seleccionador húngaro, explicó el otro día: "Creo que es criminal que los partidos se disputen bajo este calor tan sofocante. Va contra el propio fútbol. Poco importa jugar con entusiasmo y técnica; esté calor es insoportable". Ivan Voustov, seleccionador búlgaro, señala: "Estoy preocupado porque: los jugadores se cansan más rápido y les falta aire; va a ser muy dificil jugar en estas co-ndiciones".
El brasileño Evaristo Macedo, responsable del conjunto de Irak, ha llegado a decir: "Si se mantiene este tiempo, los europeos morirán. Todavía recuerdo la final de 1970, cuando los italianos no sabían por dónde pasaban los brasileños. King Jung-Nam, seleccionador de Corea del Sur, apunta: "Ahora no temo tanto a la altura como a este calor que cae sobre los jugadores a las doce del mediodía y que destroza sus fuerzas". Bobby Robson, seleccionador de Inglaterra, una de las grandes favoritas de este campeonato, comentó en broma cuando le preguntaron por el clima: "Es perfecto, si lo queremos para pasar unas vacaciones". Ya más serio, añadió: "El conjunto inglés está acostumbrado a jugar en la nieve, y ahora deberá hacerlo en una superficie seca, bajo un clima estupendo y con un calor asfixiante".
Errar en la preparación
Manuel Delgado Meco, preparador risico de la selección española de fútbol, comentó ayer a este periódico: "Efectivamente, será muy duro jugar en estas condiciones, pero lo será más para los equipos que hayan errado en su preparación".
Algunos jugadores han decidido bromear en tomo a las condiciones en las que se disputará el torneo, pero otros las critican: El francés Michel Platini decía el ,otro día: "¿El calor?, bueno, muy bueno; mejor que jugar sobre hielo", y el argentino Jorge Valdano afirmaba: "Es criminal jugar al mediodía bajo el sol y una temperatura de 30 grados; sólo falta que nos pongan trampas con palitos en el campo".
Tres estrellas de la selección húngara, el portero Peter Diszti, el defensa y capitán Antal Nagy y Lajos Detari, comentaron: "Podemos acostumbrarnos a la altura, pero este calor es mortal para nosotros. Sufriremos mucho, mucho; veremos si podemos salir adelante". El polaco Zbigniew Boniek afirmó que "el factor climatológico puede cambiar todos los pronósticos".
Hay jugadores que han enfermado de forma repentina, como. es el caso del francés Alain Giresse o el defensa argentino Julic, Olarticoechea, que se cansa prematuramente.
Los responsables de los equipos consideran que el calor puede llegar a afectar más que la altura, pues ésta se puede contrarrestar con una buena aclimatación.
