Goléada en el último y aburrido ensayo

La selección española derrotó por 4-0 al Toluca, de la Primera División mexicana, en el último encuentro de preparación antes de partir mañana hacia Guadalajara, donde el domingo disputará su primer encuentro del Mundial frente a Brasil. El conjunto de Miguel Muñoz no tuvo ningún problema para vencer en un partido muy aburrido.

Jugaron Zubizarreta (Urruti, m. 46); Tomás, Goikoetxea (Chendo, m. 46), Maceda (Señor, m. 46), Camacho (Setién, m. 46); Michel, Víctor, Francisco, Julio Alberto; Salinas (Eloy, m. 46) y Butragueño (Carrasco, m. 46). Arbitró el segundo entrenador, Vicente Miera.

Lo más importante fue la ausencia de dos jugadores titulares, Calderé y Gordillo, y dos suplentes, Rincón y Gallego, debido a una colitis, de la que a última hora se repuso Urruti y que se espera remita cuanto antes para todos.

El doctor Jorge Guillén está molesto por este hecho, ya que, según todos los indicios, los jugadores han sufrido esta enfermedad -que ayer retuvo a Rincón en La Trinidad, pues incluso se le ha tenido que suministrar suero para aumentar sus defensas- después de haber pasado 24 horas lejos del régimen de concentración, aprovechando el segundo permiso disfrutado por los jugadores desde su estancia en México.

El encuentro tuvo una primera media hora muy mala y con alguna dureza. En principio, Víctor y Julio Alberto ocuparon las plazas de Calderé y Gordillo en el conjunto titular y los dos barcelonistas intentaron demostrar al seleccionador, principalmente con gran derroche de fuerzas, que merecen un sitio en el equipo.

Para los segundos 45 minutos, Muñoz improvisó un equipo en el que Chendo hacía las funciones de marcador y Michel las de libre, formando el ataque Carrasco y Eloy.

Lo único bonito del partido fueron los cuatro goles de la selección. Los tres primeros, fruto de jugadas a balón parado, y el tercero, tras una preciosa jugada en la que intervinieron Michel, Señor, Eloy y Carrasco, que remachó el gol cuando ya se cantaba. Francisco marcó los dos primeros, tras fallos de le defensa, y Maceda el otro, al cabecear un córner.