Bettino Craxi anuncia "una clara respuesta" al discurso antisocialista de De Mita

Los primeros problemas al gran consenso con el que Ciriaco de Mita, secretario general de la Democracia Cristiana italiana (DC), se ha presentado en el 17º congreso del partido negaron ayer de la izquierda histórica, representada por Benigno Zaccagnini la figura más carismática del partido, quien fue el dirigente más popular de la DC. Fuera de las filas del partido de mayoría relativa en Italia, han sido los socialistas, duramente atacados el lunes por De Mita, quienes más claramente han manifestado su desagrado. El presidente del Gobierno, Bettino Craxi, ha dicho que al discurso de De Mita "no le faltará una clara respuesto por parte de su partido.

El discurso inaugural de Ciriaco de Mita fue respondido ayer por Giovanni Galloni, director del diario Il Popolo, órgano oficial del partido, y uno de los personajes más representativos de la izquierda histórica democristiana.Galloni dijo que su grupo está dispuesto a apoyar a De Mita, que está de acuerdo con él en acabar con las tristemente famosas corrientes internas del partido, entendidas sólo en clase de poder, pero que no acepta que se haga del partido nuevo que De Mita quiere construir una gran ,caldera donde no haya lugar para las diferencias históricas y para una conciencia crítica. Giovanni Galloni sostuvo que la izquierda democristiana no debe perder su identidad, que consiste en estar cerca de los problemas más urgentes de la sociedad y de los sectores más necesitados.

No obstante, el congreso giró ayer alrededor de las reacciones producidas por el discurso de De Mita quien, al final, más que aplaudido fue aclamado por los silbidos fuertes, larguísimos y repetidos dirigidos contra el presidente del Gobierno, Bettino Craxi, a pesar de que Amintore Fanfani, presidente del Senado, pidió educación y buenas maneras a los asistentes. También durante un minuto largo hubo aplausos de los más de 1.000 reunidos al papa Wojtyla, al referirse De Mita a él como "animador de la paz" en el mundo.

El más dolido por el discurso del secretario democristiano ha sido el partido socialista. Más que por los silbidos a Craxi -que han revelado claramente que la DC quiere liberarse de su mayor enemigo actual, la arrogancia socialista, y reconquistar la presidencia del Gobierno-, por el hecho que De Mita ha vuelto a dar a entender que las dos grandes fuerzas políticas son la Democracia Cristiana y el Partido Comunista Italiano, y que ambos grupos, incompatibles por ideal y por historia entre sí, son los únicos polos de formación de Gobierno.

El vicesecretario socialista, Claudio Martelli, que consideró el discurso de De Mita "increíblemente duro" con su partido, no puede aceptar la tesis de que tiene que resignarse a gobernar o bajo los democristianos o bajo los comunistas porque, dice, lo que precisamente, está demostrando en los últimos tiempos el partido socialista es que puede existir una nuevo núcleo político alrededor del socialismo, reformista y laico, de Craxi.

Quizá la mayor aclamación de los congresistas a Ciriaco De Mita se produjo cuando afirmó que la presidencia socialista en un Gobierno en el que el democristiano es el partido de mayoría relativa es una "pura excepción", algo sólo pasajero.