Emilia Stefanelli,
de tres años, fue sacada de un incendio arrastrada por los dientes de su salvador. Los napolitanos quieren canonizar al héroe, que murió carbonizado, según informa Juan Arias. Había salvado a la pequeña, pero debió sospechar que entre las llamas podía haber quedado Patrizia, hermana de Emilia, de seis años, que se había salvado ya. Se lanzó a la hoguera y murió asfixiado, al lado del catre de la niña. Lo que ocurre es que Rocky, el salvador, era sólo un perro. Y a los napolitanos les han dicho que la Iglesia no puede canonizar algo que no tiene alma. Ellos responden que cómo es posible que los hombres cobardes tengan alma y los perros heroicos, no. Han desempolvado la teología para recordar que santo Tomás había dudado de que las mujeres tuvieran alma. Y hoy tantas mujeres son santas. Después de san Genaro y de Maradona, Rocky es el tercer héroe nacional. Los amigos han querido recordar al pastor alemán con una moneda de oro que lleva su efigie y estas palabras: "No te olvidaremos nunca". Ahora, la esperanza de los habitantes del barrio es que Rocky, como todo santo que se respete, siga haciendo milagros.
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