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Una niña de dos años, herida de gravedad al ser arrojada por una vecina desde un octavo piso

Josefa Fernández Emper, de 37 años, fue detenida ayer, acusada de haber arrojado a la pequeña Verónica Suárez Luque, de dos años de edad, por el hueco de una escalera desde un octavo piso, a unos 25 metros de altura. La niña, según los médicos que la atienden en la unidad de vigilancia intensiva (UVI) del hospital Provincial, "se salvó milagrosamente y evoluciona bien, dentro de la gravedad". Los hechos ocurrieron poco después del mediodía de ayer en un inmueble situado en la calle de Guadalcázar, 1, en el barrio de Entrevías, informó la Jefatura Superior de Policía.

"Ni el juez ni la policía nos hicieron caso", comentaba compungido el padre de la niña, Ricardo Suárez, de 30 años. "Todo el vecindario había presentado denuncias contra ella. Una vez estuvo a punto de ahogar a la pequeña. Esa mujer estaba loca para lo que quería...".Josefa Fernández, La Pepi, vive en el octavo piso, letra, C, frente a la vivienda de la familia de Verónica. Su marido, Inocente Gómez, está separado legalmente de ella. Hace poco más de un año se llevó a los niños con él y se fue a vivir con su madre, cinco pisos más abajo en el mismo inmueble. Josefa, según declaró su cuñada Elena, estuvo internada en un centro psiquiátrico hace varios años.

La policía tuvo que contener a un numeroso grupo de personas que pedía ayer el linchamiento de Josefa a los gritos de "asesina, asesina". Los vecinos contaban un rosario de anécdotas -sobre "las locuras de La Pepi", desde cómo arrojaba papeles incendiados desde la ventana de su casa a cómo salía a la calle en bikini con el mayor desparpajo.

Su detención fue todo un problema para la policía. Después de arrojar a la niña por el hueco de la escalera, Josefa se encerró a cal y canto en su casa. Fue preciso conseguir una autorización judicial para irrumpir en la vivienda forzando la puerta.

Josefa estaba esperando en la cocina, con un cuchillo en la mano. Los agentes la desarmaron y formaron un escudo alrededor de ella para contener la furia de los vecinos, que amenazaban con lincharla.

La policía cuenta con el testimonio de un joven que se encontraba casualmente en el inmueble y que presenció atónito la caída al vacío de Verónica, que había salido al rellano para ir a casa de una vecina. Sonia, de 12 años, hermana mayor de la pequeña, también contempló la escena desde la puerta de su casa.

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La familia no encontraba una explicación lógica a lo sucedido. "¿Alguna discusión? No sé, discutía con todo el mundo...", explicaba el padre. El matrimonio tiene tres hijos: Sonia, Verónica y Noel, de 10 años.

La niña fue trasladada al hospital Provincial, donde ingresó en la UVI. A última hora de la noche, los doctores que la atienden confirmaron que "evoluciona favorqablemente, dentro de la gravedad". "A pesar de los traumatismos múltiples", comentaban, "no se le ha detectado ninguna lesión neurológica grave".

Josefa Fernández, en compañía de otros testigos, se encontraba a última hora de ayer prestando declaración en la comisaría de entrevías.

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