Careo entre el vicepresidente del Sabadell y el intermediario Argemí

El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol tiene la intención de someter a un careo, el próximo lunes, al vicepresidente del Sabadell, Miguel Arroyos, y al intermediario Lluís Argemí, que, supuestamente, se desplazaron a, Cáceres para intentar sobornar al colegiado extremeño Ceballos Borrego, árbitro del partido Oviedo-Sabadell, de la Segunda División A. Por su parte, la directiva del Mallorca, club que como el vallesano y el Murcia ha logrado al ascenso a Primera, ha anunciado que se querellaría, contra el Oviedo por calumnias.Fernando Vara de Rey, secretario del comité, cree que un careo entre el vicepresidente del Sabadell, Arroyos, y el intermediario Argemí podría aportar más luz a la investigación -sobre presuntas irregularidades en los últimos partidos de la Liga. Vara de Rey regresó a Madrid con una declaración jurada de Argemí y de su amigo Jorge García Mateo, que, supuestamente, acompañó al intermediario a Cáceres. Ambos se reafirman en que se desplazaron con el vicepresidente del Sabadell, Arroyos.

En poder del secretario del Comité de Competición también figuran fotocopias de billetes de avión y facturas de hotel y restaurantes. El comité también ha estudiado la posibilidad de reconstruir el supuesto viaje a Cáceres que efectuaron los tres implicados.

Los acontecimientos han sembrado inquietud en la directiva del Sabadell y los jugadores de su plantilla. Vara de Rey manifestó al presidente del club vallesano, Rafael Arroyos, que, si se demostraba la implicación de su hermano, el Sabadell no sólo no ascendería a la Primera División, sino que descendería a la Segunda B.

Por otra parte, Miguel Contestí, presidente del Mallorca, estudia la posibilidad de interponer una querella criminal "por calumnias y difamación" contra el presidente del Oviedo, José Manuel Bango, por sus declaraciones a una emisora de radio, según Europa Press. Bango aseguró que el. secretario del Oviedo, Juan Mesa, recibió una llamada de Contestí en la que éste le ofreció sobornas al árbitro del partido Oviedo-Deportivo, el andaluz, Villena Peña. El presidente del Mallorca admitió el pasado martes, ante el comité, que había efectuado la llamada, pero sólo "para desearles suerte".