El ex embajador de Estados Unidos en Líbano, firme candidato para suceder a Thomas Enders en Madrid

El hasta ahora embajador de Estados Unidos en Líbano, Reginald Bartbolomew, que ha concluido su misión en el puesto más difícil de la diplomacia norteamericana, es el principal candidato para sustituir a Thomas Enders al frente de la Embajada de EE UU en Madrid, según pudo saber EL PAÍS de fuentes diplomáticas estadounidenses. La próxima salida del representante norteamericano en España que se pasa a la banca de Wall Street, fue confirmada ayer por personal de la Embajada estadounidense en Madrid, aunque Enders no quiso hacer declaraciones.

La salida de Enders, de 54 años, que presumiblemente se producirá antes del verano, es la historia de una sustitución anunciada y se explica por varios motivos. Con las negociaciones para reducir. las bases se abre una fase nueva e importante en la relación bilateral que justifica una nueva, cara en la embajada de la calle Serrano, tras los tres años de presencia de Thomas Enders. Y el actual embajador tiene muchos enemigos en los sectores más conservadores de la Administración de Reagan y no goza de especial predicamento en la Casa Blanca.Bartholomew es un diplomático de carrera de 50 años de edad que fue el negociador especial del Departamento de Estado para las bases que Estados Unidos tiene en Ciencia, experiencia que le ayudaría en Madrid si Ronald Reagan, que, constitucionalmente tiene la capacidad de nombrar a los embajadores que son sus representantes personales, finalmente decide su designación para España. Bartholomew, casado y con cuatro hijos, acaba de dejar la embajada de Beirut, que ocupaba desde octubre de 1983, y está a la espera de destino. Ha dirigido la Oficina de Asuntos Político-militares en el Departamento de Estado y ha coordinado la política relacionada con Chipre.

Fuentes del Departamento de Estado no quisieron confirmar ayer el nombramiento de Bartholomew, pero confían en que el sustituto de Enders sea un diplomático de carrera y no un político amigo de Reagan. Estas fuentes explicaron que la partida de Enders de Madrid, a donde llegó en agosto de 1983, no es inminente y habrá un proceso de transición en el que la embajada puede funcionar perfectamente con el número dos. Tras el anuncio de la salida de Enders, que pasará a la banca de inversiones neoyorkina Solomon Brothers a ganar, como director ejecutivo para finanzas empresariales internacionales, una cantidad de seis cifras (en dólares), el Departamento de Estado sugerirá nombres a la Casa Blanca para cubrir el puesto. También el Partido Republicano promueve sus candidatos políticos y el presidente elige. Pero la suerte definitiva del futuro embajador deberá ser ratificada por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, sin cuya aprobación, que a veces se complica y retrasa por motivos políticos, no puede ser nombrado definitivamente. Enders acaba 28 años de carrera diplomática siguiendo los pasos del ex director del Presupuesto, David Stockman, que dejó la Casa Blanca para fichar también por Solomon Brothers.

Los conocimientos de Bartholomew en la negociación con los griegos sobre las bases norteamericanas son un dato que juega a su favor para poder dirigir, eventualmente, las negociaciones con el Gobierno de Felipe González, que se iniciarán en serio a finales de este verano. Fuentes del Pentágono dijeron a EL PAÍS que el Departamento de Defensa veía con buenos ojos el nombramiento de un negociador especial para discutir el tema de la reducción de la presencia militar de Estados Unidos en nuestro país. La negociación será dura pero amistosa, según impresiones recogidas en Washington, y a ello puede ayudar un nuevo embajador con un perfil menos destacado que Enders, un hombre que pasa por tener buenas relaciones con el Gobierno socialista español.

Bartholomew está considerado como un buen profesional, con experiencia en Oriente Próximo pero también en temas de la Alianza Atlántica. El próximo embajador en Madrid, con las negociaciones en puertas, deberá ser un hombre de confianza de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono. Barthomolew ha trabajado en los tres centros de poder. De 1968 a 1974 estuvo en el Ministerio de Defensa y entre 1977 y 1979 ocupó diversos puestos en el Consejo de Seguridad Nacional, dependiente de la Casa Blanca.