La policía cierra 39 puestos de feriantes en la Casa de Campo
J. M., La Policía Municipal cerró en la noche del martes los 39 puestos de feriantes situados en la Puerta del Angel, entre la estación de metro de Lago y la entrada al auditorio de la Casa de Campo. Los feriantes denunciaron que habían pagado al Ayuntamiento 3.300 pesetas por metro cuadrado por el emplazamiento que ocupaban. La policía intentó desplazar los 39 puestos a una zona alejada del auditorio. El concejal responsable M distrito, José, García Ogalla, afirma que los comerciantes han cambiado el emplazamiento autorizado para aprovechar, junto al metro, la mayor circulación de público.
Miguel Pagalajá Giménez, propietario del bar Los Jamones, enseña una factura municipal de 390.000 pesetas. De su bar, instalado en la Puerta del Angel, dependen 30 empleados, a los que paga "3.000 pesetas diarias". En la noche del martes, su puesto era el único iluminado, limpio, con ristras de chorizos colgados y bandejas de pimientos verdes expuestos en la barra sin un solo cliente alrededor. El bar ha quedado rodeado por unas vallas amarillas colocadas por la Policía Municipal, que vigila permanentemente para que nadie consuma ni un chato de vino. El resto de los 39 puestos de la calle de la Puerta del Angel, principal vía de acceso al auditorio, está con las lonas echadas.Los propietarios pagaron 3.300 pesetas por metro cuadrado. Este año no ha habido subasta. El concejal de Moncloa, José García Ogalla, dice que se ha suprimido la subasta "porque pujaban, por ejemplo, con tres millones de pesetas, luego no pagaban, y, el puesto se adjudicaba al siguiente, que sólo había ofrecido 200.000 pesetas".
La picaresca
Pero la protesta de los propietarios reunidos en el bar Los Jamones es por el cierre municipal. El lunes trabajaron con normalidad después de enseñar a la Policía Municipal todos los permisos Pero al día siguiente llegó la clausura. '"Estos feriantes", afirma el concejal, "han engañado a todo el mundo con un plano suyo, que no es el oficial". Según su plano están perfectamente colocados.
La polémica, según las autoridades, se reduce a que los feriantes se han trasladado a una zona que no les corresponde. "El lugar destinado a la feria era la explanada, y si había muchos solicitantes, se extendería hasta la Puerta del Ángel". Efectivamente, hubo muchos solicitantes, unos 150, pero, a la hora de pagar, sólo lo hicieron unos 50, con lo que todos los puestos tenían cabida en la explanada.
Los feriantes, sin embargo, hicieron caso omiso de tanto hueco y se instalaron como si hubiera 150 puestos, al calor de las riadas de jóvenes que acceden al metro o al auditorio por la Puerta del Ángel. "Ha sido el último truco empleado por los feriantes, que cada año nos plantean nuevos problemas".
Desde el martes, si el bar Los Jamones quiere vender en seis días los 5.000 bollos y los 600 kilos de chorizos traídos hasta aquí, deberán hacerlo en la explanada. La Puerta del Ángel debe quedar limpia de feriantes, en donde: ya han quedado instalados, con el beneplácito de la Policía Municipal, tenderos improvisados que venden bocatas macrobióticos -"a una fibra, los más baratos de Europa"-, litronas frescas y copichuelas. Sin necesidad de licencias municipales, comerciantes de ocasión, con una mesa de camping bajo el brazo, trafican entre patrullas donde antes sólo gritaban los feriantes.
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