Las empresas preparan nuevos planes para negociar con Industria la segunda reconversión siderúrgica

Madrid - 07 may 1986 - 00:00CEST

Las empresas siderúrgicas españolas están ultimando los planes para una nueva reducción de la capacidad instalada, que afectará tanto a las dos empresas de siderurgia integral (Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya) como a los subsectores de aceros especiales y de acero común. La Comunidad Europea exige de España una nueva reducción de la producción para reajustar un mercado intracomunitario que tiene todavía fuertes excedentes de acero. Las primeras estimaciones ofrecen para España una disminución de más de tres millones de toneladas en la producción, mientras las plantillas, de 64.681 personas en conjunto, tendrán que ser recortadas entre 10.000 y 20.000 trabajadores, según fluentes empresariales.

Las empresas están elaborando planes para negociar con Industria el rediseño del sector siderúrgico, que va a suponer un reajuste de los planes aprobados en 1984 para la siderurgia integral, la reconversión siempre aplazada del sector de acero común, el reajuste del de aceros especiales y los planes de saneamiento de las manufacturas de relaminación, forja y moldeo. El objetivo es reducir aún más la producción actual y reajustar las plantillas. El ministerio está a la expectativa.El sector siderúrgico español cuenta actualmente con una capacidad instalada de 21 millones de toneladas anuales, pero la producción está por debajo de los 14 millones de toneladas. La revalorización de la peseta con respecto al dólar, la insolvencia de ciertos mercados importadores del Tercer Mundo y, sobre todo, el fin de la ayuda que implicaba la desgravación fiscal a la exportación han agudizado la crisis de un sector que se enfrenta a la atonía del consumo y a una fuerte competencia internacional en el campo de los precios.

Está situación de exceso de oferta. se agravó a principios de año con la invasión de acero procedente de los restantes países comunitarios, que hubo de ser frenada con la denuncia, el pasado 7 de marzo, de la cláusula de salvaguardia prevista en el Tratado de Adhesión de España a la Comunidad. El protocolo 10 del acta de adhesión exige la reducción de la capacidad española de 21 a 18 millones de toneladas, pero aparte está la presión de las empresas europeas para que España recorte aún más su producción. Un experto comunitario, Faber, estuvo en España durante los pasados meses de diciembre y enero para elaborar un informe sobre la situación de la siderurgia española.

La segunda reconversión siderúrgica tiene su origen en la exigencia de la Comunidad Europea (CE), que está empeñada en un nuevo salto en la drástica reconversión llevada a cabo en los últimos años, en los que la producción y las plantillas han quedado prácticamente divididos en dos. Actualmente, la CE, sin España, tiene una capacidad instalada de 120 millones de toneladas anuales de acero, pero su producción está limitada a 90 millones. Esa proporción de reducción, entre un 25% y un 30%, es la cuota exigida a España. También las empresas quieren plantear a Industria las nuevas condiciones para adaptarse al mercado.

"La alcachofa, hoja a hoja"

La reconversión de la siderurgia integral supuso inversiones de 524.000 millones de pesetas para el saneamiento de Ensidesa, Altos Hornos de Vizcaya (AHV) y el cierre de las instalaciones de cabecera de Altos Hornos del Mediterráneo, la actual Simed, limitada ahora al proceso de laminación en frío. Las inversiones básicas de reconversión son de 94.000 millones de pesetas para Ensidesa, 71.860 millones para AHV y 20.500 millones para Simed. El resto está destinado a cubrir ampliaciones de capital y la financiación.La reconversión de este sector sigue siendo válida, pero ahora se trata de reajustar los planes financieros porque "en la actual situación no se puede hacer siderurgia con créditos al 15% y 16% como los firmados", según afirma Juan Luis Burgos, presidente de la patronal Unesid y de AHV. La capacidad de producción de acero quedará fijada en 6,5 millones de toneladas (4,5 millones, Ensidesa, y el resto, AHV), aunque en 1985 produjeron en total 5,2 millones de toneladas.

También los reajustes de plantilla, derivados de la modernización de las instalaciones, habrán de ir más lejos de lo previsto. Un empresario del sector define gráficamente esta situación con la frase "la alcachofa, hoja a hoja". En concreto, entre las tres empresas emplean a 31.807 trabajadores. Los planes de Altos Hornos de Vizcaya, que cuenta con 9.900 empleados, son reducir su plantilla hasta una cifra en tomo a 7.000 en 1990, lo que representa casi 2.000 trabajadores menos que el modelo fijado en la reconversión. Ensidesa "se verá obligada a hacer algo parecido". Los costes de personal representan el 30% del total, y el objetivo es reducirlos a un 24% o 22%.

Exportar menos

El sector no integral de aceros comunes agrupa a una veintena de empresas, la mitad en el País Vasco, y a 11.769 trabajadores. La capacidad instalada es de 11 millones de toneladas, aunque, por falta de mercado, la producción está limitada ahora a 6,3 millones. Siderinsa, la asociación que agrupa a la mayoría, elabora un plan de reajuste en el que, de entrada, dan por sentado que sobra un mínimo de dos millones de toneladas. Aquí el problema es también el fin de la desgravación fiscal a la exportación.El subsector, que ha estado orientado hacia el exterior, que absorbía el 70% de la producción, necesita ser remodelado para un futuro en que las exportaciones no superarán el 30%. Según el director general de Siderinsa, Javier Penacho, el primer proyecto elaborado fue rechazado por las empresas hace unas semanas por demasiado blando. Ahora se trabaja en un nuevo plan, en el que "la reducción de plantillas y el cierre posible de algunas empresas ha de ser negociado con Industria".

El resto de esta nueva reconversión siderúrgica corresponde al sector de aceros especiales (13.171 trabajadores), cuya producción anual es de 1.200.000 toneladas, pero con una capacidad de más del doble. Los flecos de este gran reajuste por y para Europa los constituyen las empresas de relaminación forja y moldeo, que emplean conjuntamente a 7.934 personas.