Oleg Blojin, un 'balón de oro' soviético.
Un regate seco, rapidez, magnífico cambio de ritmo, desmarque y precisión en el remate son las cualidades que han convertido a Oleg Wladimir Blojin en el jugador más popular de la URSS Ahora tiene 33 años, pero aún conserva buena parte de las cualidades que le hicieron ganar el balón de oro de Europa en 1975, al mejor jugador continental.
Los padres de Blojin fueron atletas destacados, A los diez años ingresó en la escuela de fútbol del Dinamo de Kiev, a los 18 ya jugaba en Primera y más tarde se casó con Irina Deriuguina, ex campeona del mundo de gimnasia rítimica. Ha vivido siempre el deporte y ha tratado de ser un perfeccionista: "Trato de ejecutar a la mayor velocidad favorable todos los elementos técnicos que ayudan a marcar goles".
Así se define Blojin, un aficionado a los estrenos teatrales y a los récords. En 1981 logró 153 goles y entró así en la historia del fútbol de la URSS al batir la marca de Ponomarev. Cuatro años después, Blojin ya ha jugado 100 partidos con la selección con la que ha marcado 40 goles y lleva 205 en competición nacional.
El Real Madrid intentó ficharle en 1981, a través de gestiones llevadas a cabo por Ramón Mendoza, entonces vicepresidente. El comité de Estado para el deporte soviético no llegó a aceptar su propuesta pese a que la legislación no habría impedido una fórmula de cesión temporal, mediante la cual el jugador habría llegado al Madrid como entrenador-jugador realizando sus funciones de técnico en alguno de los equipos infantiles madridistas. Pero los símbolos son difíciles de traspasar.
El equipo de Blojin es uno de los grandes de la URSS, sobre todo a partir de la década de los setenta. Ha ganado 11 títulos de Liga, los últimos en las temporadas 79-80, 80-81 y 84-85. Logró seis Copas, la más inmediata en la temporada 84-85; fue campeón ya de la Recopa en 1975, en cuya final derrotó al Ferencvaros, húngaro, por 3-0, y ese mismo año logró la Supercopa ante el Bayern.
Para llegar a esta final ha eliminado al Utrecht, único equipo que logró batirle en el torneo, 2-1, aunque luego cayó en Kiev por 4-1; al Universidad de Craiova -empate a dos fuera y 3-0 en casa-; al Rapid, al que goleó, 1-4 en Viena y 5-1 en Kiev, y, por último, al Dukla de Praga tras derrotarle por 3-0 en la ida y empatar a uno en la vuelta.
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