Los obispos españoles se pronuncian en contra de la formación de partidos confesionales

La Comisión Permanente de¡ episcopado español ha hecho público un documento, titulado Los católicos en la vida pública, en el que los obispos toman una postura concreta en contra de los partidos confesionales que utilicen el nombre de católicos o cristianos. El documento -una instrucción pastoral redactada, entre otros, por el obispo de San Sebastián, José María Setién- fue aprobado por la Comisión Permanente de¡ episcopado por 24 votos a favor y una abstención durante la asamblea plenaria que fue clausurada ayer en Madrid.

Los obispos españoles apoyan en general, a lo largo del extenso documento de 68 páginas, la dedicación de los cristianos a la vida política, "que debe ser reconocida como una de las más altas posibilidades morales y profesionales del hombre", pero dicen que los partidos políticos y sindicatos, necesariamente sujetos a mediaciones y condicionamientos humanos, difícilmente pueden adoptar los calificativos de cristiano o católico."No pueden considerarse vía única para los católicos", añaden. "Sus resultados no caen bajo la competencia de la autoridad eclesial ni son atribuibles a la comunidad cristiana en cuanto tal. La jerarquía puede desautorizar esta denominación".

Según José María Setién, el documento se encuentra a caballo entre el confesionalismo y el laicismo y trata de ser iana reflexión tanto histórica, "escrito hoy y aquí, y, por ello, es comprometedor", como doctrinal, "porque ahonda en la continuidad de la doctrina social de la Iglesia".

Setién reconoció que hay, pues, una doble lectura de este texto: la teológico-pastoral y la política. "Sólo quien se sitúa en la primera podrá entender el documento", dijo. "No obstante, el documento busca una incidencia y una influencia polítiica; más aún, desea tenerla, pero no desde intereses concretos u opciones definidas".

El documento quiere ser, según Setién, una aportación que ayude a alcanzar la base de valores éticos y humanos que toda sociedad libre necesita para convivir desde la adhesión cristiana y no desde posiciones dictatoriales o totalitarias. Los obispos afirman que "democracia no debe confundirse con indiferencia o escepticismo; cada grupo puede y debe ofrecer además los mensajes que considera verdaderos y útiles".