Los bancos mantienen su decisión de conceder a los partidos créditos recuperables y a precio de mercado

, Los presidentes de los grandes bancos privados han empezado a mantener ya contactos con representantes de distintas fuerzas políticas para perfilar las formas de financiación ante la convocatoria de elecciones legislativas y las autonómicas de Andalucía. Los bancos mantienen el criterio de conceder conjuntamente el dinero a cada organización política a precios de mercado y asegurándose de que se recuperará la práctica totalidad del mismo mediante el cobro directo por parte de los bancos de las subvenciones que el Estado concede en función de los votos y escaños alcanzados. Algunos partidos políticos de la derecha han manifestado su disconformidad con este acuerdo, especialmente en lo que se refiere a la obligación de devolver todas las ayudas que reciban.

Los presidentes de los grandes bancos nacionales celebraron el pasado martes uno de sus tradicionales almuerzos mensuales en el que volvieron a tratar las formas de financiar a los partidos políticos ante la convocatoria electoral del 22 de junio.Los presidentes que asistieron a la comida -Claudio Boada no se encontraba en Madrid- reafirmaron su intención de financiar "lo más objetivamente posible" a los partidos políticos.

Los criterios para la concesión de estos créditos se instrumentarán sobre el número de votos y escaños que se considere pueden alcanzar cada una de las formaciones políticas, en función de las encuestas de opinión de que se dispongan y de las propias previsiones que tengan las organizaciones que concurran a las próximas elecciones.

Los presidente de los bancos consideran que la financiación a los partidos debe considerarse como "un simple adelanto de lo que dichos partidos acaben recibiendo de la Administración una vez que se conozcan los resultados electorales".

Para estos presidentes su función se tiene que limitar a prestar unas cantidades -lo más ajustadas posible a las subvenciones finales- a unos tipos de mercado y con la garantía suficiente de que será el Estado quien les reembolse directamente el dinero.

Esta concepción de la financiación electoral debería instrumentarse, según fuentes bancarias, mediante un crédito sindicado entre los grupos de los grandes bancos y la participación de las cinco instituciones de tamaño mediano (lo que cubre practicamente todo el sector) en el que cada uno participaría en función de la cuota de mercado que tienen.

Garantías

El crédito debería registrarse legalmente como tal para que funcionara de forma automática la garantía de cobro a través de las subvenciones.

De esta forma, se señala, se correría un cierto riesgo al poder equivocarse sobre las intenciones de voto y que se concediera a algunos partidos más dinero del que luego recibirán, pero se impedirían situaciónes de falta de pago que ya se han dado en ocasiones anteriores.

El presidente de la patronal bancaria, Rafael Termes, y algunos presidentes de los grandes bancos han celebrado reuniones con representantes de algunos partidos políticos.

En medios cercanos a algunos de estos bancos se señalaba que los contactos se han circunscrito, hasta ahora, a los partidos de centro y de la derecha y que ni el partido socialista ni las organizaciones a la izquierda de éste habían ¡niciado los contactos.

De estas primeras reuniones se ha sacado poco en claro por cuanto las organizaciones políticas se han limitado a aproximar cuáles serían las cantidades que necesitarían para acudir a las elecciones apoyándose con datos sobre el montante total de subvenciones que podrían llégar a conseguir una vez celebrados los comicios.

No obstante, se ha observado un cierto disgusto ante la fórmula diseñada por los presidentes de los grandes bancos y, en algun caso, se han declarado contrarios a ella. La opinión extendida entre los presidentes de los grandes bancos es que "cuanto más a la derecha se sitúan, los partidos menos garantías quieren ofrecer para el cobro de los créditos".

De hecho, se señala, a los partidos a la izquierda del centro ni se les ocurre hablar de cantidades sujetas a un tipo de interés y a devolver y de cantidades "concedidas a fondo perdido" o como aportaciones voluntarias a dichos, partidos.

Por el contrario, manifiestan estas mismas fuentes, cuanto más a la derecha del espectro político más se oyen estas cosas. Algunos partidos habrían empezado a plantear que la fórmula a aplicar debería corregirse dejando el 50% o el 60% como dinero a devolver y el resto como irrecuperable.

Las presiones para que se modifique la fórmula elegida ya han comenzado y aumentarán en las próximas semanas.

Sin discriminaciones

Los presidentes de los grandes bancos han señalado ya que no se pueden mantener este tipo de situaciones sobre todo porque "su función se limita exclusivamente a adelantar el dinero (o parte de él) al que posteriormente tendrían derecho legal las organizaciones políticas".

Este criterio, actuar como, meros intermediarios aunque incurriendo en el riesgo de poder equivocarse, es el que se utiliza para ampliar a todas las organizaciones políticas, en función de sus posibilidades electorales, la financiación para las elecciones.

Para algunos presidentes parece claro que no debe haber partidos políticos legales que queden fuera de esta financiación previa. "Si tienen derecho a presentarse a las convocatorias no hay por qué negarles la financiación" señalan refiriéndose a las formaciones a la izquierda del partido socialista a las que reconocen, por otra parte, que no piden condiciones especiales de financiación y que suelen hacer frente a sus compromisos.