El fin de la larga espera para medio millón de viajeros

Medio millón de pasajeros utiliza diariamente los trenes de cercanías para desplazarse desde su vivienda al lugar de trabajo. Para satisfacer esta demanda, que ha superado las previsiones que Renfe hacía en 1980 al presentar el Plan de Cercanías de Madrid, el Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones ha invertido unos 50.000 millones de pesetas en unas obras que finalizarán previsiblemente en 1992.Para entonces, los trenes de cercanías circularán en tramos de vía doble y acabarán su recorrido en la nueva terminal para este tipo de servicio de la estación de Atocha, que empezará a funcionar parcialmente el próximo año.

Los trenes de largo recorrido y de mercancías circulan actualmente por las mismas vías que los de cercanías, un problema que es especialmente grave en la zona sur, entre Atocha y Villaverde. Este cuello de botella quedará parcialmente solucionado con la apertura de dos nuevas vías en el mes de junio, con destino a Parla y Fuenlabrada, según anunció el jefe de cercanías de Renfe, Mario Schoendorff. Ambos tramos suponen el desdoblamiento de las vías entre Atocha y Villaverde Bajo. En 1987, nuevos tramos de doble vía unirán previsiblemente Atocha con Villaverde Alto, y Vallecas con Vicálvaro.

La construcción de intercambiadores que permitan el trasbordo con el metro en las estaciones de Embajadores, Méndez Álvaro y Atocha es otro de los objetivos del Plan de Cercanías. En la estación de Atocha se destinará también un amplio espacio a las paradas de autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EM).

Un total de 843 trenes de cercanías, con un volumen diario de aproximadamente 200.000 viajeros, tienen como destino o salen de la estación de Atocha. La situación actual, según el jefe de cercanías de Renfe, se debe a que la demanda ha desbordado las previsiones de la compañía. "Los defectos que denuncian los usuarios los conocernos perfectamente, pero no son cosas que se pueden solucionar del día a la mañana", afirmó Schoendorff.

En el mes de octubre del pasado año comenzó la construcción de una red de autovías que unirán entre sí las localidades de Móstoles, Alcorcón, Leganés, Fuenlabrada, Getafe y Pinto. Las seis poblaciones forman un rectángulo de 800.000 habitantes donde se acumula el mayor número de puntos negros, vehículos pesados -3.000 diarios- y retenciones de tráfico en la región.