Adivinanza
Los estrategas del Pentágono -que saben de todo- le han reemplazado el bazo por una defensa de misiles, y en los ratos libres que sus juegos de guerra le dejan, se ensaña matando partículas sueltas de un cáncer maligno (el suyo). Dirige sus leucocitos por medio de un sistema teledirigido y se lo pasa bomba, cañón, degollando a las células de la muerte que han sido entrenadas y alentadas en los campos terroristas de su colon y de sus narices.A los demás, los que lo vemos desde fuera, nos parece mal. No porque no se muera, que al fin y al cabo también tenemos nuestro pequeño corazoncito; pero nos parece una burla al destino este desprecio olímpico ante la llamada de la muerte y este saltarse a la torera los miedos atávicos que desde tiempo inmemorial las enciclopedias médicas nos han inculcado contra el cáncer. Parece, cuando menos, un abuso de poder. O magia. Y si es dios, que convierta a Gaddafi. en sal y que no maree.-
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