El nuevo escándalo de las apuestas clandestinas conmociona al fútbol italiano
La fiscalía del Estado de Turín descubrió una espectacular asociación ilícita para delinquir, con las apuestas clandestinas en el fútbol, el totonero -en alusión al totocalcio, la quiniela deportiva oficial italiana- y ordenó la detención de 12 dirigentes, entrenadores y jugadores. Como hace seis años, cuando explotó el primer escándalo de las apuestas clandestinas y que costó la descalificación de jugadores como Lionello-Manfredonia (de la Juventus, aunque entonces estaba en el Lazio) y Paolo Rossi (actualmente en el Milán, pero entonces estaba en el Lane rossi Vicenza), así como el descenso a la Segunda División del club Milán, la corrupción volvió a con mocionar el ambiente del fútbol transalpino. El magistrado Giuseppe Marabotto, que coordina la investigación, decretó la captura de Giovanni Bidese y Antonio Pigino, guardameta y viceentrenador del Pro Vercelli (club de la Cuarta División del Fútbol profesional) y Giovanni Cutrera (intermediario), entre otros. El resto de los detenidos son Gian Filipo (ex defensa del Fiorentina, Avellino y Atalanta, que en la actualidad dirige una escuela de fútbol en las cercanías de Milán), Paolo di Roso (funcionario del Banco de Italia), Nicola Triglia (ex inspector en el caso de Saint Vincent y supuestamente vinculado al despacho de drogas) y Salvador lo Russo (presuntamente vinculado a la Camorra napolitana). La revelación de estas denuncias se produjo cuando los investigadores interceptaron una conversación telefónica entre el casino Saint Vincet y Turín donde se escuchó: "Jugad 50 millones sobre aquel partido, porque el jugador tomó personalmente 30 millones (de liras). El signo bueno es el uno". El partido concluyó con ese resultado (era a principios delcampeonato 1985-1986) y se descubrió que estaban involucrados importantes cabecillas del totonero de Milán y Turín. Pero no se descartan conexiones con el ambiente clandestino de Florencia y Nápoles. Según algunas versiones, esta, corrupción se debe a la poca vigilancia que ejerce la Federación Italiana de Fútbol, y también por la poca preocupación del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) y las mismas estructuras gubernamentales, incluido el Parlamento". La justicia deportiva salió al paso de estas apreciaciones e informó que "desde hace varios meses se habían comprobado irregularidades en el normal desarrollo de los partidos, fundamentalmente en aquellos de la Segunda División".
Prófugos
"Ninguna investigación será archivada, no soy un enterrador de documentos comprometedores, pero no tengo los poderes de la justicia ordinaria para intervenir conversaciones telefónicas", declaró el jefe de la oficina disciplinaria de la Federación Italiana de Fútbol, Corrado de Baise, el sabueso del conmocionado fútbol italiano por segunda vez en unos años. Mientras tanto,- permanecen prófugos de la justicia ordinaria Antonio Orru, cuñado de Lo Russo y Armando Carbone, que ayer, a la llegada de la policía, se escaparon por una ventana. Pero en la casa de éstos, en Nápoles, se descubrió importante documentación para las investigaciones de los magistrados. Los investigadores señalaron que todos los nombrados, "habían actuado para alterar el normal desarrollo de los campeonatos de fútbol, mediante acuerdos secretos con los dirigentes de clubes, con futbolistas, y con miembros del Colegio de Árbitros, con el objeto de cambiar los resultados.
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