Un joven de 22 años se entregó a la policía y confesó ser el autor de ocho atracos a taxistas
Antonio Naharro Rey, de 22 años de edad, sin antecedentes penales, se entregó voluntariamente en la comisaría de Entrevías, donde confesó que había cometido ocho atracos a taxistas madrileños y que quería pagar su deuda con la sociedad, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. Naharro, que había trabajado durante varios meses como albañil en la localidad toledana de Escalona, estaba en la actualidad en paro.
El pasado lunes, el joven Antonio Naharro se presentó en la comisaría madrileña de Entrevías y contó que durante la semana anterior había atracado a ocho taxistas madrileños. Los agentes, tras escuchar el relato de la autoacusación de Naharro, comprobaron la veracidad de su declaración, "ya que ésta no es motivo suficiente para detener a una persona", según un portavoz de la Jefatura Superior de Policía.En su relato, Naharro dijo que los atracos los había cometido en la zona de Entrevías. Y aportó como datos concretos el cometido el pasado día 2. Ese día, el joven subió a un taxi en la calle de Trafalgar para dirigirse al Pozo del Tío Raimundo, donde intimidó al conductor y huyó con la recaudación y el coche. Con el vehículo viajó a la localidad toledana de Escalona, donde había trabajado durante varios meses de albañil, y, de regreso a Madrid, dejó el coche abandonado en el paseo de Extremadura.
El viernes de la primera semana de abril sustrajo, según su declaración, otro taxi en el mismo barrio. En la avenida de Entrevías chocó con dos turismos estacionados, por lo que no pudo proseguir con ese vehículo. Sin embargo, según fuentes policiales, contrató a una grúa para que lo retiraran e incluso pagó parte del servicio.
Para amenazar a los conductores de los taxis dijo que utilizó armas blancas. Ninguno de los taxistas requeridos por la policía ha reconocido a Antonio Naharro, que ha sido puesto a disposición judicial. La policía cree que se debe a que el joven, que llevaba perilla, se había afeitado recientemente.
La madre del autoacusado, consultada telefónicamente por este periódico, no quiso hacer declaraciones. "No tengo nada que declarar en público", dijo, "mi hijo es mayor de edad y esto es asunto suyo".
Vecinos del inmueble donde viven los padres de Antonio Naharro comentaron que durante los meses que trabajó en Escalona "venía casi todos los fines de semana a ver a su familia" y opinaron "que estaba muy bien atendido por sus padres". Añadieron que el joven es "un joven como los demás".
Caso "excepcional"
Por su parte, fuentes policiales informaron que Naharro, cuando se entregó, declaró que había atracado porque, al estar en paro, se vio obligado a delinquir. Las mismas fuentes han considerado el caso como "excepcional", ya que "no tenía antecedentes y la policía no le había identificado". En este sentido, explicó que el caso podía compararse al de Francisco Javier Albarrán, de 31 años, el primer arrepentido de la heroína, que se entregó voluntariamente en la comisaría de Tetuán el pasado 17 de febrero de 1985. En sus declaraciones se confesó autor de cuatro robos con intimidación.Albarrán fue condenado, el pasado 9 de abril, por la Audiencia Provincial de Valencia a una pena de cuatro años, dos meses y un día de prisión menor por el asalto pistola en mano a una sucursal de la Caja de Ahorros de Valencia el 28 de octubre de 1983, de la que se llevó, en unión de un cómplice también condenado, 277.600 pesetas.
Fuentes policiales opinaron que el arrepentimiento de Naharro podría ser un atenuante.
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