Dos niños de tres años ocupaban dos cunas-jaulas en una vivienda de Santa Cruz de Tenerife
La policía de Santa Cruz de Tenerife descubrió en una vivienda de esta capital la existencia de dos niños de tres años de edad cada uno viviendo en condiciones infrahumanas, en cunas convertidas en jaulas en una habitación completamente oscura. El descubrimiento se produjo a raíz de las denuncias de un grupo de vecinos. Los menores, una niña y un niño, fueron encontrados semidesnudos en medio de un fuerte olor a orines y excrementos. Según informó ayer el jefe superior de policía de Canarias, Manuel Serrano, el caso ha sido puesto en conocimiento del juez de menores. También en Granada, se produjo la pasada semana el abandono, por una pareja británica, de un bebé de 4 meses en un basurero. El pequeño, fue recogido por una familia de raza gitana que ya cuenta con siete hijos.
Lamberto Julián C. R., padre de uno de los niños de Santa Cruz de Tenerife, y Rosa Delia M. G., madre del otro, ambos separados, conviven juntos en condiciones económicas precarias. Él, que tiene 53 años, está en paro, y declaró, tras ser localizado en un bar próximo, que los pequeños suelen quedarse solos cuando se ausenta para buscar trabajo. Su compañera también permanece fuera de la casa algún tiempo para realizar tareas laborales varios días a la semana. Las cunas están cerradas con alambres y atadas a la pared para evitar, según explicó, que los niños pudieran salirse de ellas. Esta situación de movilidad les hace caminar defectuosamente.
Según la nota oficial de la policía, "los niños presentaban un color pálido en sus rostros, como consecuencia de no realizar ningún ejercicio y carecer de luz solar".
Un bebé en el basurero
La policía de Granada ha intervenido en un suceso protagonizado también por un bebé. En este caso su acción se limitó a detener a un hombre y una mujer de nacionalidad británica acusados de haber abandonado en un descampado de Granada a un niño de cuatro meses, que fue recogido por una familia gitana que habita un barracón en las inmediaciones. Según los miembros de esta familia, el hombre, que aparentaba 30 años de edad, fue sorprendido cuando procedía a tirar al bebé a un estanque seco y repleto de escombros, informa Alejandro V. García. La familia logró convencer a los británicos para que les entregaran el niño, junto con 2.000 pesetas para ayudar a su manutención.La detención de la pareja se produjo en una farmacia cercana al descampado donde abandonaron al niño.
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