Malestar entre los inspectores de Hacienda por la falta de reglamentación profesional

Fuentes de la Asociación Profesional de Inspectores de Finanzas de la Administración Financiera y Tributaria (APIFE) han informado a este periódico del malestar existente entre los inspectores fiscales por la falta de reglamentación del cuerpo y otras reivindicaciones incumplidas. A pesar de las negociaciones mantenidas y de la actitud receptiva del secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, "las soluciones se siguen dilatando", dijeron". Los inspectores llevaron a cabo una huelga de celo durante los pasados meses de diciembre y enero, sin que hasta el momento hayan decidido iniciar ninguna nueva movilización.

La raíz de los problemas de los inspectores fiscales, un colectivo de unos 900 altos funcionarios, de los que 720 están afiliados a APIFE, según fuentes de la propia asociación, está en la nueva organización de las tareas de inspección fiscal y en una serie de reivindicaciones inatendidas. La ley de la Función Pública de agosto de 1984 permitió la fusión de cuatro cuerpos en el de inspectores. En base a esta ley, una orden ministerial del 12 de septiembre de 1985 estableció la necesidad de nuevos destinos para los funcionarios para atender la nueva organización territorial de la Hacienda pública.Un auto de la sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Territorial de Madrid, con fecha del pasado 14 de febrero, da la razón a la impugnación presentada por la asociación de inspectores y acuerda la suspensión de la convocatoria de destinos llevada a cabo por el Ministerio de Hacienda. Fuentes de APIFE han manifestado que estos traslados han supuesto en 50 un cambio de domicilio para los funcionarios afectados. Al resto, el nuevo modelo orgánico de la Inspección Fiscal les ha supuesto merma o cambio de sus competencias.

Representantes de la asociación de inspectores han mantenido negociaciones con el director general de la Inspección Pública, sin que hayan fructificado en acuerdo. El pasado 13 de marzo se entrevistaron con el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, y la impresión fue muy positiva, pero hasta el momento no se ha dado satisfacción a ninguna de nuestras reivindicaciones".

Revisión salarial

El problema, según los representantes de los funcionarios, es la ausencia de un reglamento de la ley, con lo que hasta ahora se ha estado funcionando sin baremos objetivos para proceder a traslados y concursos. Los inspectores critican que la nueva organización territorial impide la especialización sectorial de los inspectores, necesaria en su opinión para una eficaz tarea investigadora. En el caso de los adjuntos de unidades, dicen, la situación es peor, porque este centenar de funcionarios ha quedado privado de capacidad inspectora. La investigación de 563 grandes empresas corre a cargo de la Oficina Nacional de Inspección y las restantes 3.500 sociedades con más de 1.000 millones de pesetas de facturación anual son cometido exclusivo de 85 inspectores de las unidades regionales.La Asociación Profesional de Inspectores Fiscales denuncia asimismo el incumplimiento de la promesa de incrementar sus salarios este año en un 7,2%. Además, plantean la necesidad de incrementar la formación (como ejemplo, citan que en lo relativo al IVA sólo se les ha dado un cursillo teórico de 10 horas) y critican el exceso de controles sobre su trabajo (cinco partes diferentes sobre su actividad mensual y la obligación de fichar las entradas y salidas).

Los inspectores fiscales han pasado a cobrar, aparte de su salario, un complemento de productividad a cuenta que asciende a 23.000 pesetas al mes.

La cuantía total de este complemento se desconoce, pero rondará posiblemente en el doble de lo que les es pagado como anticipo. Los sueldos de los inspectores de Hacienda oscilan, según antigüedad, entre 200.000 y 300.000 pesetas mensuales, una vez deducidos impuestos. Anteriormente percibían un incentivo de cuerpo, en base a 32 criterios diferentes, que era el triple del complemento actual, pero los sueldos ordinarios eran sustancialmente más bajos.