Los serenos vuelven a las calles de Madrid el próximo 7 de abril

El próximo día 7 de abril los serenos empezarán a ejercer el servicio de vigilancia nocturna por las calles del distrito madrileño de Centro. Así lo ha confirmado la Concejalía de Seguridad, Circulación y Transportes del Ayuntamiento de Madrid, que hasta el momento sólo había informado que su implantación se uniciaría a principios de este mes. Los nuevos vigilantes llevarán un uniforme consistente en camisa gris y guerrera y pantalones gris jaspeado, botas negras y gorra gris con visera negra, un aparato receptor-transmisor para conectar con la Policía Municipal, un silbato, un spray y la consiguiente porra.

En junio del año pasado, el Ayuntamiento hizo pública una encuesta realizada entre los madrileños y que ofrecía algunos datos reveladores: más del 80% de los ciudadanos y comerciantes eran favorables al regreso de los serenos. Desde unos meses antes, los responsables municipales venían dando los últimos retoques a la ordenanza municipal de 1976 sobre vigilantes nocturnos, cuyas modificaciones fueron finalmente aprobadas en junio de 1985.El proyecto municipal, que prevé el pago por parte de los ciudadanos y comerciantes de una tasa por vigilancia nocturna, fue criticado por varios sindicatos policiales (Unión Sindical de Policía Municipal, Sindicato Unificado de Policía y Sindicato Profesional de Policía Uniformada), que lamentaron "la privatización de la seguridad ciudadana".

Impugnaciones a la ordenanza

Las mismas críticas fueron vertidas por el Grupo Popular en el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, que presentaron sendas impugnaciones contra la ordenanza municipal basadas en que "la seguridad pública es una de las principales obligaciones del Estado".El 4 de octubre se abrió el plazo para cubrir 200 plazas de serenos, posteriormente ampliadas a 250, para cuya dotación el Ayuntamiento invirtió 40 millones de pesetas. Cualquier ciudadano, sin distinción de sexo, con una edad comprendida entre los 18 y los 50 años y sin antecedentes penales, podía aspirar a una plaza de sereno. Para los varones era requisito indispensable el haber cumplido el servicio militar o estar exento del mismo.

Las pruebas selectivas comenzaron el 18 de noviembre de 1985. Aunque el número de solicitudes era de 3.364, un total de 1.364 aspirantes acudieron ese día para pasar la primera selección.

La carrera de velocidad y la trepa de la cuerda acabaron con las ilusiones de más de la mitad de los candidatos, entre ellos las 80 mujeres que acudieron a las pruebas. Después de un cursillo intensivo, los aspirantes realizaron una prueba psicotécnica y un examen sobre ordenanzas municipales y métodos de defensa personal.

Los nuevos serenos ganarán 70.000 pesetas al mes y estarán adscritos a la Policía Municipal como trabajadores autónomos. Su equipamiento, con un uniforme de color gris jaspeado que combina con el negro de las botas y la visera, viene a costar unas 25.000 pesetas. Para pagar sus servicios, el Ayuntamiento cobrará anualmente a los vecinos y comerciantes del distrito donde presten sus servicios sendas tasas de 2.000 y de 5.500 pesetas, respectivamente.

Avalancha de solicitudes

Su aparición en las calles estaba prevista inicialmente para enero de este año. La avalancha de solicitudes motivó un retraso temporal en la puesta en marcha del nuevo servicio de vigilantes nocturnos, concretada para primeros de marzo y aplazada más tarde para el mes de abril. Los nuevos serenos patrullarán de momento las calles del distrito de Centro, que cuenta con unos 160.000 habitantes, aunque está prevista su implantación progresiva en otros distritos.La recuperación de los serenos, que desaparecieron en 1976, siendo alcalde Miguel Ángel García Lomas, por acuerdo de un Consejo de Ministros de abril de 1974, fue una de las primeras preocupaciones de Enrique Tierno cuando llegó a la alcaldía de Madrid.