Argentina liberaliza parcialmente su economía

Julio Méndez, el secretario de Comercio, y Roberto Frenkel, uno de los asesores del ministro de Economía argentino, Juan Sourrouille, anunciaron la puesta en marcha de lo que se ha dado en namar "segunda fase del Plan Austral". La modificación consiste en el paso de un sistema de precios y salarios congelados a otro de precios administrados y de salarios concertados.

Tras casi seis meses de estricto congelamiento de precios y salarios desde que se pusiera en marcha -el 14 junio de 1985- el severo plan de ajuste, la conducción económica accedió a una liberalización parcial de los precios con autorización previa de la Secretaría de Comercio y a una propuesta, de aumentos salariales de acuerdo con la pauta inflacionaria, que para 1986 se estima en el 28%.La aplicación del Plan Austral alcanzó su objetivo de reducir la inflación, que palo del 430% mensual en junio del año pasado, con una proyección superior al 1.000% anual, a un índice que se mantuvo mensualmente hasta marzo. de este año por debajo del 2%.

Mientras el secretario de Comercio adelantaba que la nueva etapa no admite "traslados automáticos", sino autorizados a los precios, el ministro de Trabajo, Hugo Barrionuevo, en un mensaje al país difundido por la cadena na cional de radio y televisión el miér coles pasado, anunciaba una pro funda reforma laboral y proponía a la Confederación General del Trabajo (CGT) un acuerdo marco para que la evolución de los precios y los salarios se mantengan dentro de las hipótesis inflacionarias.

La propuesta salarial del Gobierno incluye la negociación entre las empresas y los gremios siempre que los acuerdos no superen el 28% anual. Los convenios podrán rebasar esos porcentajes por mayor productividad, presentismo y otros motivos expresos. Los ajustes se realizarán cada tres meses y se estableció el llamado "salario social garantizado", calculado en unos 100 dólares para los trabajadores en relación de dependencia del sector privado.

En la Administración pública no habrá discusión alguna. El aumento de salarios será fijado por decreto. Y no existe tampoco para los empleados públicos la cláusula gatillo, que opera en caso de que la inflación sea superior a la prevista. Un reaseguro que cubre a los trabajadores del sector privado y mantiene el salario real. Por otra parte, todos los gremios que suscriban los convenios deberán aceptar al mismo tiempo la cláusula de paz social, en la que se comprometen a no ir a la huelga.

Traspaso a los salarios

El Gobierno va a autorizar el traslado a los precios de estos aumentos salariales en su "exacta incidencia". La Secretaría de Comercio inició un estudio en 300 empresas líderes para controlar la influencia en los costes de la mano de obra. Méndez aseguró que "se trata de, que, por ejemplo, un incremento de los salarios del orden del 10% no se traduzca en sumas equivalentes. En las industrias altamente tecnificadas, la incidencia nunca podrá ser mayor, en ese ejemplo, que en un 3% o 4%".

La CGT rechazó inmediatamente la propuesta del acuerdo marco sugerida por el Gobierno y ratificó la quinta huelga general desde que asumiera el Gobierno Raúl Alfonsín en diciembre de 1983. El paro se va a cumplir el martes 25 a partir de las diez de la mañana, y los trabajadores han sido convocados a una movilización general en todas las grandes ciudades del país.