Preocupación en el sector petrolero español ante la decisión de la OPEP de defender el precio de 28 dólares

El sector petrolero español reaccionó ayer con preocupación ante la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de adoptar todas las medidas que sean necesarias para "restablecer el precio oficial de 28 dólares". El lunes, el consejo de Campsa, en el que está representado todo el subsector refinero, dedicará la, sesión al estudio de la situación. Alfonso Escámez, presidente del Banco Central y de CEPSA, la primera refinería privada española, manifestó ayer que "me parece un disparate que el crudo se ponga de nuevo en 28 dólares". Por su lado, la OPEP aplazó ayer por 24 horas sus deliberaciones en Ginebra.

Juan Herrera, presidente de Petromed, la refinería del grupo Banesto, declaró que "las empresas españolas adoptarán una postura común en defensa de los intereses nacionales" y en contra de la subida de los precios. Por su lado, Petronor, en la que participa con un tercio del capital Petróleos Mexicanos (Pemex), hizo público un comunicado en el que señala que la postura de la OPEP es "Iógjca y defensiva", ya que los países productores "están al borde del crack" y tratan de recomponer sus ingresos.Por su lado, Eugenio Marín, director general de CEPSA, puso el dedo en la llaga al manifestar que "lo más importante de la decisión de la OPEP es su cambio de actitud". En declara ciones a este periódico señaló que, desde el punto de vista de la OPEP, "lo más importante pare ce ahora el mantenimiento del precio del barril en lugar de la cuota de mercado". Esto supone un giro de 180 grados en la política decidida el pasado diciembre. Luis Magaña, vicepresidente de CEPSA, señaló que "aun sin conocer el contenido del acuerdo, es difícil. imaginarse que el petróleo pueda ponerse de nuevo en 28 dólares," frente a los 14-15 dólares por barril que se cotiza en estos momentos en el mercado. Magaña, ex comisario de Energía en anteriores Gobiernos, añadió que los productores pueden haber llegado a la conclusión de la necesidad de reducir la producción, pero estimó que es difícil imaginarse cómo van a llegar a materializar ese objetivo dadas las diferencias de intereses que les caracterizan.

Repercusiones económicas

Las repercusiones que la subida del crudo puede tener sobre precios interiores y sobre las esperanzas de una recuperación rápida de la economía fue también otro factor de preocupación en los expertos consultados. José Angel Sánchez Asiáin, presidente del Banco de Bilbao, se mostró ayer, en su discurso a la junta general de accionistas de la entidad, algo más moderado en torno a su tesis sobre una eventual salida de la crisis que lo fuera en unas declaraciones de hace un mes. Lo mismo pasó con Luis Magaña, que: dijo que lo peor de la posible subida de los precios del crudo era el efecto que tendrá sobre las expectativas de crecimiento económico en España y los países industriales.

Juan Herrera, en manifestaciones a Efe, hizo hincapié en que "es impensable" que los precios vuelvan a su anterior nivel. Como Escámez y Marín, Herrera estimó que lo más probable es que los precios se coloquen a un nivel intermedio entre los actuales 14 dólares y los 28 que persigue la OPEP.

Ninguna de las personas consultadas quiso ayer dar una opinión definitiva sobre lo que podría suceder después de la conferencia de Ginebra, prefieriendo todos esperar a que la reunión termine y anuncie, en el clásico comunicado final, sus conclusiones. No obstante, fuentes de una refinería estimaron que, por lo escuchado desde Ginebra, la clave de todo el asunto va a estar en la firmeza del compromiso de la OPEP y en el efecto que tenga el lunes en los mercados libres. Ya el pasado viernes, los precios registraron una significativa subida en Nueva York, donde el barril se cotizó entre los 14,05 dólares para las entregas inmediatas hasta los 15 para las de junio.

El consorcio, en cualquier caso, mantenía ayer una postura confusa en Ginebra en cuanto a la posibilidad de traducir en un acuerdo efectivo su decisión política de defender los 28 dólares por barril. Los 13 ministros suspendieron a primera hora de ayer sus deliberaciones que, según manifestó el representante libio, Fanzi Shakshouki, se centraban en cuánto debía ser el recorte de la producción durante el segundo trimestre del año, cuando la demanda mundial decrece por la llegada de la primavera.

El ministro añadió que los 13 países estaban estudiando un nuevo techo entre 14 millones y 15 millones de barriles al día, frente a los 16 millones anteriores y los 17 millones que estaban produciendo durante el primer trimestre del año. Por otro lado, fuentes de la conferencia argumentaron que un problema adicional era la distribución de este límite entre los 13 países miembros, habida cuenta que había cuatro países (Irak, Irán, Nigeria y Ecuador) que reclamaban un aumento de sus ventas en lugar de una reducción.

En las mismas fuentes se señalaba que los países ricos del golfo Pérsico habían mostrado su apoyo a la nueva estrategia, pero sólo si se llegaba a un acuerdo global y respetado por todos. Añadieron que si este acuerdo no se producía en la jornada dominical, se marcharían a sus casas dejando en suspenso la conferencia. Otros, sin embargo, eran partidiarios de seguir negociando hasta llegar a un acuerdo sobre las cuotas, en gran parte por la convicción de que lo que suceda el lunes en el mercado será decisivo para la evolución de los precios.