Los partidos políticos de la RFA realizan sus campañas electorales ante los tribunales
La apertura de un segundo sumario contra el canciller federal Helmut Kohl -por supuesta falsedad en su testimonio ante una comisión parlamentaria- ha provocado en la República Federal de Alemania un duro enfrentamiento entre los partidos, al parecer decididos a realizar sus campañas electorales ante los tribunales.Cuando quedan tres meses para la primera gran consulta electoral, las elecciones del Estado de Baja Sajonia -a la que seguirán Baviera y Hamburgo, y en enero de 1987 las elecciones federales-, el ambiente político en la RFA se deteriora a un ritmo alarmante. Los jueces van a tener, a su pesar, un importante papel en las campañas propagandísticas de los partidos.
Dos denuncias del diputado de los verdes Otto Schily contra el canciller se han convertido ya en sendos sumarios amenazantes para el futuro político de Kohl. Ambos se refieren a supuestos falsos testimosinios del canciller ante comisiones, parlamentarias relacionadas con el escándalo Flick, de subvenciones ilegales del consorcio industrial a los partidos.
Las dos denuncias de Shchily no han sido, sin enibargo,más que el primer episodio de una "guerra de querellas y denuncias" en que se han enzarzado cristianodemócratas de la CDU -el partido de Kohl- y la oposición parlamentaría. Miembros de la CDU han presentado tres denuncias contra el presidente socialdemócrata, Willy Brandt, por supuesta lalsedad en sus declaraciones ante la comisión Flick del Parlamento federal.
El dinero de Flick
El segundo sumario contra Kohl, abierto poir la fiscalía de Bonn, es, con diferencia, el más grave; investiga el paradero de dos donaciones de Flick por un total de 55.000 marcos (3.4 millones de pesetas), que Kohl niega haber recibido. Declaraciones ante el juez del ex director del consorcio, Eberhardt von Brauchitsch, afirmar lo contrario.Según la denuncia de Schily, el dinero fue recogido por la secretaría y persona de máxima confianza de Kohl, Juliane Weber. Con la inevitable toma de declaración por parte de los investigadores a esta secretaría -que trabaja con Kohl desde que éste era jefe: del Gobierno de Renania Palatinado- podría agravarse aun más la posición del canciller, según consideran medios políticos de Bonn.
Pese a todos los esfuerzos del Gobierno por hacer creer que contaba con el sumario y que la medida es meramente rutinaria, ha quedado claro que el canciller y su partido estaban convencidos de que no habría sumario en la fiscalía de Bonn, y el que lo hubiera se convirtió en una muy desagradable sorpresa. Pasado el estupor por la decisión del fiscal, el CDU ha pasado al ataque y asegura haber detectado "un compló al más alto nivel" en la aceptación de la denuncia por parte del fiscal.
Según miembros de la CDU, el fiscal de Bonn no tenía intención de iniciar investigaciones contra Kohl, y lo hizo al recibir presiones de Johannes Rau, el candidato del SPD a la cancillería, que utiliza así la justicia para liquidar a su oponente en las elecciones federales de enero de 1987.
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