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Suspendido el juicio del caso por el que la Audiencia de Valencia fue acusada de irregularidades

El juicio contra Julio Arturo Passo Encina, ciudadano argentino acusado de haber abusado deshonestamente de una niña de nueve años, fue suspendido el pasado martes por decisión de la Sala Tercera de lo Penal de la Audiencia de Valencia. F. S., padre de la menor, con fecha de 28 de enero pasado, había denunciado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) presuntas irregularidades en el procedimiento seguido por la sala, que habrían favorecido al procesado.

En el escrito de la denuncia al CGPJ, el padre de la niña afirmaba que los jueces de la sala han aceptado "compromisos en favor del procesado, rechazando pruebas que sólo podrían comprometerlo aún más, si cabe". La suspensión del martes fue motivada por la necesidad de la Sala de estudiar la petición de practicar nuevas pruebas formulada por Francisco Muñoz, abogado de la acusación particular.La vista quedó interrumpida en dos ocasiones por el Tribunal. En primer lugar, por la ausencia justificada del procurador de la acusación y la no aceptación del habilitado que se presentó en su lugar. En la reanudación, la Sala tampoco aceptó que constara en acta el contenido del pasaporte del acusado, punto éste que la defensa considera vital para sus intereses. En el pasaporte figura el nombre completo del procesado, que, según la acusación, tiene antecedentes penales en Argentina. Esta información fue obtenida mediante gestiones particulares con la policía, que pidió informes a la Interpol sobre Julio Arturo Passo.

Entre las pruebas cuya práctica ha sido demandada por la acusación está la traducción de un certificado médico sueco aportado por Passo en el que asegura justificar su presencia en Suecia, por enfermedad de su hermano, en los días para los que estaba señalado el juicio, aplazado varias veces, una de ellas por ausencia del abogado de los familiares de la niña. Según la acusación, "lo único que dice el certificado es que su hermano, que dice estar perseguido por la justicia argentina, sufre gota".

Julio Arturo Passo había sido contratado por el padre de la niña para pintar su vivienda, tras llamar al teléfono citado en un anuncio de prensa insertado por el procesado. En el domicilio correspondiente a éste teléfono, la policía encontró, según la acusación, una casa de prostitución masculina regentada por una hermana de Passo. Los presuntos abusos deshonestos ocurrieron en el mismo domicilio de la niña, según declararon éstos.

La defensa, por su parte, asegura que "todo son calumnias", refiriéndose tanto a las presuntas irregularidades como a la acusación de abusos deshonestos.

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