Los colectivos 'antiotan' confían, tras su derrota, en la reconstrucción de la izquierda no gubernamental
Una joven con una cazadora de cuero cruzó a medianoche de ayer la madrileña plaza de Cibeles. En su hombro izquierdo llevaba apoyada una bandera con el círculo partido de los pacifistas. Su rostro reflejaba un poco de tristeza y, a la vez, un punto de esperanza. La imagen de esta joven ejemplifica las dos sensaciones más extendidas ayer entre varios millones de personas que votaron no y ahora albergan el anhelo de que la izquierda no gubernamental inicie su proceso de reconstrucción.
Unas 3.000 personas acudieron ayer a dos céntricos hoteles madrileños convocadas por la Plataforma Cívica para la Salida de España de la OTAN y por la Coordinadora Estatal de Organizaciones Pacifistas (CEOP).Hasta el último momento, los reunidos, como muchos otros votantes de toda España, acariciaron la idea del triunfo del voto negativo. Un millar de botellas de champaña barato esperó su descorche hasta el desenlace deseado, que nunca llegó. Prueba de esta ilusión fue la inscripción Hemos ganado que sellaba las credenciales extendidas por la CEOP a los invitados, periodistas o curiosos que acudieron al hotel París, contiguo a la Puerta del Sol, para conocer los resultados.
Una gran pantalla mostraba al exterior de la céntrica plaza madrileña los debates, la información televisiva y las arengas que, desde dentro del hotel, los dirigentes de esta plataforma iban dando, desde las nueve de la noche, a varios millares de personas, algunas con banderas republicanas, congregadas fuera. Cuando se supo que el no había sido derrotado, una voz, con un deje similar al empleado por el general Franco en sus discursos, dijo por el sistema de megafonía instalado en la plaza:
"Gracias, Fraga; gracias, Felipe, por haber satisfecho mi deseo de meter a España en la OTAN". El abucheo fue clamoroso.
Un enjambre de puños se alzó al aparecer sobre la pantalla el líder de la oposición conservadora, cuya imagen difundía entonces RTVE. Las palabras de Felipe González, en las que anunciaba el triunfo de la opción preconizada por el Gobierno, fueron recibidas con un estruendo de desaprobación.
"El Gobierno no puede cantar victoria. Ha habido demasiado chantaje, demasiadas presiones en este referéndum para que puedan considerarlo así", dijo Carlos Otamendi, portavoz de la CEOP. "Ha sido una victoria política y moral de los partidarios de la paz. Pese a la manipulación de los medios públicos de información, al empleo de fondos públicos para la campaña gubernamental, y pese a las intimidaciones, una amplia franja de españoles ha sabido resistir estas presiones y ha dicho no", agregó Otamendi. "Vamos a seguir adelante, contra las bases y los gastos militares", concluyó.
Los representantes de la Plataforma Cívica para la Salida de España de la OTAN, reunidos en el hotel Suecia, tras conocer anoche los primeros resultados adversos al voto negativo, se refirieron a la creación de una alternativa de izquierdas y a la "victoria moral y política" que suponen los millones de noes en el referéndum. El ambiente era de abatimiento, con sonrisas forzadas. A pesar de ello, los representantes de este organismo valoraron como muy positivo que los votos negativos correspondiesen fundamentalmente, afirmaron, a la juventud, la clase trabajadora y las fuerzas de la cultura.
Advertencia al Gobierno
El presidente de la Plataforma Cívica, Antonio Gala, ovacionado repetidamente, señaló que los resultados suponen para el Gobierno "una advertencia grave y seria de cómo se conduce la democracia" y demuestran que "el pueblo no se siente suficientemente representado". Por su parte, Gerardo Iglesias, secretario general del PCE, señaló que acataba el resultado. "Ello no supone", añadió, "que no pongamos de manifiesto la enorme manipulación del Gobierno en esta campaña". Iglesias dijo que la campaña del no se ha caracterizado por la elegancia política y la serenidad" frente al chantaje, la presión y el miedo de la campaña gubernamental". Teniendo en cuenta estas circunstancias, dijo Iglesias, "la victoria de los defensores del no es muy importante".Los millones de votos negativos suponen, en opinión del líder del PCE, "una derrota seria del PSOE como fuerza de izquierda" e implican la necesidad "de un acuerdo marco de la izquierda transformadora y real, una nueva izquierda de progreso". En este mismo sentido se expresaron también Ramón Tamames, presidente de la Federación Progresista, y Alonso Puerta, secretario del Partido de Acción Socialista (Pasoc). Tamames, después de calificar la noche de ayer de importante en la historia política española, dijo que nacía una gran esperanza.
Marcelino Camacho, secretario general de Comisiones Obreras, albergó hasta el último momento la esperanza en la victoria del voto contrario a la OTAN. "Han violado las órdenes de la Junta Electoral Central de no dar datos hasta después de la nueve de la noche porque han intentado enviar un mensaje de urgencia a Canarias, donde los colegios cierran una hora más tarde, con el propósito de recuperar a toda costa votos para el sí", señaló Camacho. "El sentimiento nacional de los trabajadores" añadió, "ha mostrado su fuerza, contraria a la dependencia de España frente a EE UU".
Para Ignacio Gallego, presidente del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), de 71 años, presente también en la Puerta del Sol, "el Gobierno ha cometido en este referéndum un pucherazo de mucha mayor envergadura de los que en mis tiempos cometía Gil Robles". ¿Qué tipo de pucherazo?, se preguntó a Gallego. "Hasta hoy mismo, día de la votación, ha habido gobernantes que han pedido el sí. Pero vamos a continuar contra la OTAN, contra las bases norteamericanas, con la opinión pública y en la calle", agregó Gallego.
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