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Don Juan Carlos asiste como invitado al rendimiento de pleitesia de las autoridades marroquíes a Hassan II

El rey Juan Carlos asistió ayer como invitado de honor a la tradicional ceremonia de la bayaa, acto de pleitesía y fidelidad al soberano marroquí que le rinden las autoridades locales y notables de las 50 provincias del reino. Entre ellos se encontraban los actuales representantes de las cuatro capitales del ex Sáhara español (Smara, El Aaiun, Bojador y Daia) la ceremonia se celebró en el marco de los actos por el 25º aniversario de la subida al trono de Hassan II. Junto al rey Juan Carlos, que ocupaba una tribuna engalanada con las banderas de España y de Marruecos, se encontraban el vicepresidente de la República Argentina, Víctor Martínez, y el actual director de la CIA, William Casey, además de su antecesor en el cargo, Vernon Walter, actual embajador norteamericano en las Naciones Unidas.

El acto de la bayaa duró exactamente 20 minutos ey se desarrolló en el palacio real de Marraquech, engalanado con banderas marroquíes y españolas. Hassan II, vestido con chilaba blanca y cubierto por la parte superior del silham (capa), apareció montando un caballo negro enjaezado en oro y seguido de su guardia personal, con uniforme de gala, cortejo que cerraba una carroza real tirada por seis caballos.Hassan II recorrió todo el lugar, al tiempo que las autoridades y notables de las 50 provincias representadas le rendían en voz alta pleitesía, renovándole así el voto de fidelidad tradicional; como ocurre en todas las conmemoraciones de la fiesta del trono y, en especial, en esta ocasión, más solemne que otras, porque se cumplen los 25 años de reinado del monarca de la dinastía alauí. Cuando el rey de Marruecos Pasó ante la tribuna ocupada. por don Juan Carlos, ambos se sonrieron y se intercambiaron gestos de amistad con las manos.

Éste fue el acto principal de los festejos a los que ha acudido el Rey de España, además de la cena ofrecida en su honor la noche anterior por el rey de Marruecos en los salones del palacio de Marraquech. Hassan II y Juan Carlos I han aprovechado estas horas en Marraquech para hablar en varias ocasiones, unas veces a solas y otras en presencia de autoridades, sin que hayan transcendido los aspectos de estas conversaciones, que se guardan en el más riguroso secreto.

El rey Juan Carlos almorzó a mediodía en compañía del embajador de España, Raimundo Bassols, y su esposa, y a los postres se unió el rey Hassan II. Al concluir el acto de pleitesía, cuando se disponía el Jefe del Estado español a emprender camino al aeropuerto para coger el avión que le trasladó a última hora a Madrid, los dos monarcas pudieron conversar a solas unos minutos en los salones de palacio.

Tras este último encuentro, don Juan Carlos y el monarca alauí posaron para los fotógrafos. Lo hicieron acompañados de los hijos de Hassan II, el príncipe heredero, Sidi Mohamed, y su hermano Mulay Rachid, así como con un sobrino del rey de Marruecos, hijo del fallecido príncipe Mulay Abdallah, el pequeño Mulay Islail, que fue besado cariñosamente por don Juan Carlos.

Ceuta y Melilla

La presencia del Rey de España en Marraquech ha acallado de momento cualquier manifestación de la Prensa y la radiotelevisión sobre Ceuta y Melilla, incluidas las noticias meramente informativas y desprovistas de comentarios.De la noche a la mañana, las relaciones con España han dado un giro de 180 grados y ahora Marraquech, capital estos días de Marruecos, aparece engalanada con banderas españolas y pancartas que rezan: "España, siempre junto a Marruecos", cuando hace unos días toda la Prensa de oposición recogía en sus primeras páginas comentarios contrarios al Gobierno de Madrid por su Política con la comunidad musulmana de ambas ciudades, hasta el punto de que se llegaron a calificar las disposiciones emanadas de la ley de extranjería como actitudes racistas y segregacionistas.

Por lo demás, la jornada transcurrió en Marraquech con la misma solemnidad que los días anteriores. Las calles continuaban repletas de público, llegado desde todos los puntos de Marruecos, y allí se habían dado cita todos los representantes de las diferentes provincias. El rey Hassan II presidió por la mañana en el patio de armas del palacio real una importante ceremonia militar en la que apadrinó a cinco promociones de academias militares, una denominada La marcha verde, en recuerdo de la manifestación multitudinaria, organizada en noviembre de 1975 y que provocó las descolonización del ex Sáhara español.

El Gobierno, por su parte, celebró un almuerzo en el campamento de Jaima, instalado frente al palacio, al que asistieron cerca de 5.000 invitados.

A este almuerzo no acudió el rey Juan Carlos, que aprovechó el momento para realizar una visita privada por el zoco de Marraquech, con su amigo el rey Simeón de Bulgaria.

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