Demasiado dinero para las bolsas
Las bolsas se superan a sí mismas y consiguieron un nuevo máximo histórico tanto en el avance de los índices generales como en los volúmenes de contratación. Madrid vuelve a ser el mercado más pausado, avanzando 5,52 puntos; Barcelona sube 6,22; Bilbao, 6,25, y Valencia, nada menos que 7,18. Sin embargo, la constante afluencia de dinero y la resistencia a vender mostrada por los poseedores de títulos en estos momentos está produciendo en los mercados de valores un estrangulamiento que puede terminar colapsando la actividad. En muchos casos los corros son verdaderos cuellos de botella en los que tan sólo pasa el 20% de la demanda, situación que ayer se dio por algunas eléctricas y otros valores de primera fila. Incluso se produjo una situación paradójica al cubrirse la totalidad de las peticiones que tenía Telefónica, pues esta súbita aparición de papel provocó más de un sobresalto, aunque todo volvió a la tranquilidad al correrse el rumor de que tal cantidad de títulos era ajena, al parecer, a los cauces habituales del mercado.La escasez de papel ha venido siendo una constante en los últimos meses, y una buena parte del recorrido de los precios es achacable a esta circunstancia. No obstante, la gran liquidez existente en estos momentos ante la caducidad de muchos pagarés bancarios y los bajos tipos que se encuentran en el mercado están haciendo que la renta variable empiece a ser contemplada como la mejor alternativa posible. La insistencia del dinero y el escaso número de títulos que pueden cambiar de manos está produciendo una especie de psicosis de compra de la que no se libran ni aquellas sociedades que no cuentan con conseguir un buen ejercicio en los próximos tres años.
Las medidas económicas anunciadas la semana pasada por el ministro de Economía y Hacienda, el acuerdo entre Industria y las empresas eléctricas y otra serie de noticias que pueden afectar positivamente a las bolsas han constituido una mezcla excesivamente fuerte para un dinero que no encontraba nada mejor que hacer que mantener su poder adquisitivo al cabo del año. Ahora, las altas plusvalías acumuladas pueden empezar a tentar a los más nerviosos, aunque la pregunta que se está poniendo de moda por los patios de operaciones se refiere a lo que se puede hacer con los fondos una vez realizados esos beneficios. La situación es tan explosiva que no se descarta la posibilidad de volver a recomprar a unos precios más caros, y el nivel del beneficio conseguido en tan sólo una semana hace que las demás alternativas se contemplen sin ninguna ilusión.
La situación se puede prolongar aún unos días más, pero a la larga será insostenible, sobre todo según vayan amortizándose más activos para los que es difícil encontrar sustitución. La contratación se acercó en la sesión de cierre de la semana anterior a los 7.500 millones de pesetas efectivas, lo que lleva a un total semanal de casi 34.000 millones de pesetas, también efectivas. Aun así, la demanda que, cada día queda sin atender es elevada, como demuestran los saldos que ayer quedaron sin contrapartida vendedora para seis de los siete grandes valores bancarios.
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