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Nicolás Redondo ofrece al Gobierno el apoyo de UGT para una política económica expansiva

Nicolás Redondo, secretario general de UGT, ofreció ayer al presidente del Gobierno el apoyo del sindicato para llevar adelante una política económica expansiva. Las palabras de Redondo, pronunciadas en la clausura del congreso de la Unión Regional de Madrid de la central socialista, incluyeron una profunda reflexión del futuro de los sindicatos. La nueva ejecutiva del sindicato de Madrid de UGT aprobó una resolución a favor de la salida de la OTAN y mostró su apoyo incondicional a las tesis de Nicolás Redondo.

El secretario general de UGT dedicó la casi totalidad de su discurso a reflexionar sobre el futuro del sindicalismo español. No hizo referencia alguna a la OTAN y ofreció su apoyo a una política de expansión económica, "que la UGT ha venido siempre defendiendo". Redondo explicó ante los sindicalistas su concepción de la actividad sindical y la necesidad de que las organizaciones obreras intervinieran en la vida política española. "Hoy", dijo, "surgen voces pidiendo que los sindicatos se ocupen exclusivamente de los temas salariales. Yo os digo que eso es una actitud reaccionaria. Las centrales están obligadas a opinar e incidir sobre otras cuestiones, como la paz y el desarme, la pobreza o el paro".Redondo insistió en que había una ofensiva neoliberal en toda Europa que intentaba acabar con las conquistas de los trabajadores. "Nuestros gobernantes incluidos han pensado que lo que eran movimientos cíclicos eran situaciones definitivas, inamovibles. Ahora se están dando cuenta de que no es verdad. Hay", decía Nicolás Redondo, "una izquierda bobalicona que se ha dejado ganar por estos criterios". Recordó una conversación con Olof Palme en la que el primer ministro sueco, recientemente asesinado, le decía que lo importante no es que las elecciones en Suecia las hubiera ganado la socialdemocracia. Lo importante, decía Palme, es que las ha ganado con un mensaje auténticamente de izquierdas: seguro de desempleo, protección social, derecho al trabajo.

Redondo, con un cierto aire irónico, preguntaba a los congresistas: "Cuando la crisis del petróleo, se dijo que el Estado del bienestar se había acabado y hubo un verdadero clamor para que los trabajadores asumieran los sacrificios de la crisis. Los aceptamos. Pero ahora, que el petróleo ha caído, ¿qué hemos de hacer? ¿Se nos va a dar participación en los beneficios?". Nicolás Redondo se contestaba a sí mismo: "Han subido los beneficios de la banca, han subido los excedentes empresariales..., pero ha subido también el paro. Algo no funciona".

El ambiente en el que el secretario general de UGT realizó estas declaraciones era posiblemente el más adecuado. Horas antes, el congreso elegía por el 66% de los votos una ejecutiva muy próxima a su pensamiento. José Luis Daza, nuevo secretario general de la Unión de Madrid, es un hombre alineado con las tesis de la ejecutiva (él mismo ha sido hasta ayer vocal del máximo órgano de dirección de UGT).

Ejecutiva con oposición

No deja de ser significativo que la nueva ejecutiva haya tenido menos votos que los que tuvo la gestión de la ejecutiva saliente. Benjamín Castro, hasta ahora máximo responsable de la organización madrileña, obtuvo el 75% de los votos favorables. Daza y el resto de la ejecutiva han salido con la abstención del metal, hostelería y jubilados. La resolución aprobada en el congreso, que ayer finalizó sus trabajos -y el propio Daza lo subrayaba en un aparte-, supone un espaldarazo a la política de Redondo: "Voto a favor de la gestión de la comisión confederal y apoyo a la candidatura encabezada por Nicolás Redondo".Madrid apoyará a Redondo. E incluso en el tema más polémico, en el referéndum sobre la OTAN, la comunicación aprobada ayer viene a decir que la carta circular de Nicolás Redondo -de la que ayer daba cuenta este periódico- es la única postura que debe mantener la organización.

Sin embargo, ayer nadie habló sobre la OTAN. Ni siquiera Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, se atrevió a sacar el tema -"es algo que no debe dividirnos, porque todos queremos la paz"-, ni las Juventudes Socialistas, que en este caso ni mencionaron la palabra prohibida.

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