Las pérdidas globales del INI se elevaron a 163.000 millones de pesetas en 1985, según estimaciones de su presidente

El Instituto Nacional de Industria (INI) registró unas pérdidas en el pasado ejercicio de 163.000 millones de pesetas, según las primeras estimaciones hechas públicas ayer por su presidente, Luis Carlos Croissier, en las jornadas sobre España en el Mercado Común organizadas por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).De confirmarse dicha cantidad, pendiente del resultado de la auditoría que se está realizando, el déficit del INI se habría reducido sustancialmente respecto a los 185.900 millones de pérdidas de 1984.

Para el presidente del INI, la mejora en los resultados del holding público estatal es consecuencia "de la política de saneamiento llevada a cabo por el Instituto en los últimos años, en la que se ha buscado garantizar la viabilidad y competitividad a medio plazo en el contexto de la integración de España en la CEE".

Todo parece indicar -sobre todo después de la venta de Seat a Volkswagen- que la línea de mejora de resultados del INI continuará en 1986. El balance de 1986 se verá mejorado en unos 35.000 o 36.000 millones de pesetas -déficit esperado de Seat para 1985, a expensas de ser confirmado por la auditoría-, al no figurar ya en él las pérdidas de la empresa automovilística.

No obstante, a lo largo de los últimos 15 meses la política de saneamiento que está aplicando el INI ha supuesto desinversiones en 20 sociedades, que han afectado a unos 31.200 trabajadores. Asimismo, el holding público ha procedido a un ajuste de plantillas en sus empresas, que en los últimos dos años ha afectado a otros 21.000 trabajadores, siendo la plantilla actual de las participadas del INI de unos 200.000 trabajadores.

Por otra parte, en este mismo período de tiempo, y dentro de lo que Luis Carlos Croissier definió como "proceso de ajuste de los costes laborales", el incremento medio de los salarios en las empresas del grupo fue un 1,5% inferior al registrado en el resto del sector público. Criossier destacó también el esfuerzo realizado en el saneamiento financiero "donde por primera vez el endeudamiento total de nuestras empresas no sólo se ha estabilizado sino que se está reduciendo".

España está de suerte

El ministro de Industria, Joan Majó, aseguró en la ponencia que inauguraba las jornadas de APD que "España ha tenido buena suerte en el momento de integrarse a la CEE".El descenso en los precios de los productos petrolíferos y del dólar, así como la culminación en Europa de los procesos de reconversión de la mayor parte de los sectores industriales, serían, a juicio de Majó, las razones fundamentales de esa suerte.

El ministro de Industria cifró en 25.000 millones de dólares el ahorro de los países de la CE en su factura energética de este año, de los que 1.500 millones (unos 200.000 millones de pesetas) corresponderían a España.

Para Majó, la clave de las diferencias que aún existen entre las empresas españolas y las europeas viene determinada por la falta de inversiones en tecnología "único elemento que puede corregir el desequilibrio existente entre la curva de crecimiento de los salarios reales y de la productividad en los últimos años". Joan Majó señaló asimismo la necesidad de que las empresas españolas reduzcan sus costes energéticos y financieros, y reajusten la repercusión en los precios finales de los costes laborales.