La Caja Postal obtuvo unos beneficios de 16.270 millones en el pasado ejercicio

La reactivación a la que asiste la economía española es una de las más importantes de los últimos años, señaló Luis Delso, consejero delegado de la Caja Postal, en la presentación de los resultados de la entidad. Éstos ascendieron en 1985 a 16.270 millones de pesetas antes de provisiones y saneamientos, con un aumento del 18,6% sobre el año anterior. El presente ejercicio seguirá siendo, según Delso, el año de los tomadores de préstamos y no es factible descartar nuevas reducciones en los tipos de interés aplicados a las operaciones de crédito.

La Caja Postal, entidad pública dependiente del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, obtuvo en el pasado ejercicio unos resultados antes de saneamientos de 16.270 millones de pesetas, frente a los 13.717 millones de 1984. Los productos financieros supusieron más de 50.000 millones de pesetas, mientras que los costes ascendieron a casi 27.000 millones. El margen financiero, 24.000 millones de pesetas, registró un incremento del 15% en la misma línea de lo conseguido por algunas instituciones financieras privadas. Los gastos generales mantuvieron altas tasas de crecimiento como consecuencia del mantenimiento de la política de expansión territorial que desde hace dos años ha acometido la Caja Postal.Los recursos generados brutos se situaron en 16.270 millones de pesetas de los que 7.700 se destinaron a saneamientos y amortizaciones. Todos los fallidos de la entidad están cubiertos con exceso, declaró Luis Delso, y el beneficio neto se situó en 8.574 millones de pesetas, de los que la mitad se destinará a aumento de reservas de la entidad y el resto se ingresará en las arcas del Tesoro.

El año que acaba de comenzar seguirá siendo, en opinión del consejero delegado de la Caja Postal, el año del tomador de préstamos con una tendencia, salvo sobresaltos imprevistos, de tipos de interés en las operaciones de activo a la baja y sin que se produzca un descenso paralelo en los tipos de interés de los depósitos de clientes. En este año, tras el tirón de la demanda de crédito que se empezó a notar a partir del último trimestre de 1985, la inversión crediticia al sector privado debe crecer en mayor proporción que los depósitos de las entidades financieras, ya que ésta será la única forma de compensar la baja rentabilidad de las nuevas operaciones de préstamos.