Los beneficios antes de impuestos de las cajas de ahorro crecieron un 19% durante 1985
Los beneficios antes de impuestos de las cajas de ahorro en el pasado ejercicio ascendieron a 118.000 millones de pesetas, con un crecimiento del 19% sobre el año anterior, porcentaje inferior al alcanzado por el conjunto de la banca y que viene a reflejar la distinta situación por la que han atravesado estos dos tipos de entidades. Si 1984 fue el año de las cajas de ahorro, por el fuerte crecimiento que experimentaron en la mayor parte de los epígrafes de sus cuentas, 1985 ha supuesto un ejercicio en el que la tendencia de crecimiento ha sido bastante más suave.
El excedente bruto de las cajas de ahorro creció durante el pasado ejercicio moderadamente, el 19%, mientras que para el conjunto de la banca lo hizo en un 27%, y para los siete grandes, por encima del 29%. En 1984, los beneficios de las cajas de ahorro habían aumentado el 22%, mientras que los de la banca lo hicieron en el 15%.Este cambio de tendencia, a pesar de que las cajas han seguido aumentando su cuota de captación de pasivo durante 1984, se debe sobre todo a las diferentas opciones que han seguido bancos y cajas en un año en el que la baja de tipos de interés de activo y de pasivo han sido el elemento más importante.
El margen de explotación de las cajas de ahorro en 1985 se situó en 200.000 millones de pesetas, con un crecimiento del 10% sobre el año anterior; en 1984 este margen había crecido el 18,3%.
La rentabilidad media del activo disminuyó en 0,61 puntos, mientras que la de las operaciones de los bancos lo hizo de forma más acusada, el 1,41%.
Igualación con los bancos
De esta forma, el tipo medio de las operaciones libres de bancos y cajas se igualó por primera vez en 1985 y ello explica que mientras los bancos procedieron a anunciar bajas generalizadas de sus tipos de interés preferenciales en 1995, las cajas de ahorro se mostraran bastante más reacias.Por el contrario, el coste medio del pasivo de las cajas siguió aumentando durante 1985 (en la banca ha descendido de forma significativa en este año), y de ahí el fuerte aumento de sus depósitos mientras que en la banca disminuyeron.
En todo caso, el coste medio del pasivo sigue siendo menor en las cajas que en la banca, aunque la diferencia disminuye.
El margen financiero de las cajas ha seguido reduciéndose a un ritmo mucho más fuerte de lo que lo hace el de la banca privada.
Caída de rentabilidad
El margen de explotación -margen financiero más ingresos por servicios menos costes generales y de personal- creció el 10%, y el paso de este modesto crecimiento al 19% de los beneficios antes de impuestos se explica porque el volumen de provisiones durante 1985 fue similar a 1984 y la contabilización de recuperaciones de morosos como fondos disponibles elevan los beneficios de 99.000 millones en 1984 a 118.000 en 1985.La caída de la rentabilidad de las cajas frente al conjunto de los bancos se debe a que las cajas han seguido manteniendo la política de crecimiento de su pasivo a toda costa, lo que les ha obligado a mantener posiciones de liquidez en unos momentos en que el mercado interbancario y los precios de los pagarés del Tesoro han descendido claramente a lo largo del año, y a que siguen con unos costes operativos -personal en activo y complementos de pensiones de los jubilados- bastante más altos que la banca.
Riesgo de intereses
El riesgo de intereses en que pueden haber incurrido las cajas de ahorro elevando el coste medio de su pasivo, aunque sea más bajo que el de la banca, y las previsiones de que 1986 será otro año de bajas generalizadas de tipos de interés, menos fuerte que en 1985 en cualquier caso, mantiene las dudas y temores sobre el futuro a medio plazo de las cajas si no se empiezan a poner en práctica los mecanismos de corrección necesarios.Un primer paso podría ser el iniciado el pasado mes de enero, si se mantiene esa misma tendencia de disminución de los depósitos ajenos en las cajas.
Por otra parte, el último boletín de Coyuntura económica publicado por la Confederación Española de Cajas afirma que 1985 puede ser calificado de altamente favorable para las cajas, tanto en evolución de sus re cursos como en sus inversiones.
La expansión experimentada por el volumen de depósitos superó ligeramente en valores absolutos y tasas de crecimiento a las cifras de 1984. Unido esto a la fuerte recesión de los depósitos de la banca, por su trasvase durante los últimos seis meses hacia pagarés del Tesoro, da como resultado una importante ganancia de 3,91 puntos en su cuota de mercado, que, sumada al 1,04% de aumento conseguido en el año anterior, y al 1,25% de 1983, arroja un total de 6,20 puntos para el conjunto de los tres últimos años.
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