La Unión Soviética coloca en órbita el primer portaeronaves del espacio
La Unión Soviética dio ayer un paso importante en la colonización del espacio exterior al poner en órbita una nueva generación de estaciones orbitales, con capacidad para recibir hasta seis naves espaciales, lo que la convierte en el primer portaeronaves cósmico. La estación orbital, bautizada Mir -Paz en ruso- sustituirá a las estaciones Saliut, en las que atracaban hasta ahora las naves Soiuz, en las que viajan los cosmonautas soviéticos. La estación Saliut 7 se encuentra actualmente sin tripulación a bordo, desde que fuera abandonada el pasado mes de noviembre por los tres astronautas que trabajaban en ella al enfermar gravemente uno de ellos.
La estación Mir, que volará e régimen automático hasta que sea tripulada, parece ser el bloque básico sobre el que se acoplarán naves y módulos especializados con material científico, para crear el mayor laboratorio permanente del espacio.La estación Mir lleva un nuevo sistema de ensamblaje, con seis zonas de acoplamiento, y constituye la base para el montaje de un complejo con tripulación permanente. Según fuentes soviéticas, en la nueva estación se han automatizado al máximo los procesos de dirección y trayectoria, el funcionamiento de los sistemas de a bordo y el manejo de los instrumentos científicos. Con respecto a la Saliut 7 se ha aumentado el sistema de potencia de energía y se han hecho más confortables las condiciones de trabajo de los cosmonautas. En la Saliut 7 tres astronautas soviéticos establecieron, en 1984, el récord de permanencia del espacio en 238 días. En una primera etapa, la estación Mir volará en régimen automático, mientras se prueban los sistemas y los instrumentos que la integran, y posteriormente se pasará al régimen pilotado. Según la agencia Tass, se ensayará la dirección de vuelo de la estación por medio de satélites repetidores y más adelante se enviarán módulos especiales, equipados con instrumentos científicos, que se acoplarán al bloque básico.
El veterano cosmonauta soviético Alexei Leonov dijo que el lanzamiento de la estación Mir marca el comienzo de la transición entre la investigación y la producción a gran escala en el espacio. Tanto soviéticos como norteamericanos han realizado experimentos en el espacio para producir medicamentos y conseguir aleaciones impracticables en la Tierra.
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