Copas y armas

Después de leer "un examen médico, imprescindible para obtener el permiso de armas" en EL PAÍS del 12 de enero, yo me pregunté hasta qué punto serán serios los exámenes físicos y mentales.He vivido, con mi hija, en la provincia de Málaga desde 1975 hasta 1983 con un andaluz. He tenido que hacer mis maletas y regresar a mi país en 48 horas. Nos queríamos mucho pero él tenía problemas con la bebida.

Después de pocas copas, porque ya no tenía que beber mucho, se transformaba casi en un animal salvaje, el doctor Jeckyll and mister Hide. Un año antes de la última crisis conmigo hubo otra crisis, pero cogió una escopeta y pegó tiros en el aire para llamar la atención de todos, que ya no le hacían caso, dado su estado ebrio, que le ponía más agresivo. Gracias a Dios, no pasó nada grave, sino que perdió su trabajo que ocupaba desde hacía 14 años. Es un hombre bueno, tan bueno que todos me decían "bueno como el pan". Pero veo que "cuando el pan se pone duro, sus dientes deja uno". ¿Con qué seriedad se van a hacer los exámenes? ¿Cómo se puede conocer las reacciones de uno cuando bebe, en el despacho del médico? Se toma mucha! copas, y todos los días; he visto la destrucción sobre todo mental, de un hombre debida al alcohol. Usted sabe que existen muchos casos así y peores-