Cierta cosecha no muy productiva

El mantenimiento del nivel de negocio en las cifras habituales ha venido a dar la razón a los que apostaron por un cambio en la situación general, a pesar de la notable presencia de papel durante la jornada anterior. La incertidumbre del futuro a corto plazo llevó a algunos poseedores de títulos a desprenderse de ellos sin tener en cuenta las posibilidades de colocación en otros activos, con lo que los compradores no han tenido más que esperar a que los precios cayesen como frutos maduros. A juzgar por la demanda que se registraba ayer al cierre, la cosecha no ha sido muy productiva.Todo comenzó con cierto empuje vendedor, pero poco a poco las necesidades de los compradores pusieron de manifiesto la situación real de los mercados, que se puede resumir en un notable exceso de liquidez.

Al margen de esta situación particular de los mercados de renta, variable, quedan las expectativas sobre el precio del dinero y todo un conjunto de posibilidades de reacción ante los avatares del juego político. El propio juego bursátil ofrece, al parecer, mucho más atractivo para los inversionistas o, cuando menos, es más inmediato y conocido. La constante presencia de dinero ha servido para suavizar las preocupaciones y ha hecho que la atención se concentre de puertas adentro.

El transcurso de la sesión fue desigual, con un principio continuador del ambiente vendedor del día anterior. Los precios de las eléctricas vuelven a registrar retrocesos importantes, aunque sólo en los primeros momentos, pues inmediatamente después la demanda frenó la salida de papel. El sector eléctrico acusó un retroceso de más de un punto, con lo que se sitúa tan sólo una centésima por encima de la par. Las primeras impresiones sobre el plan de concertación a cuatro años no han sido favorables, si bien el mercado espera la respuesta de las compañías para saber a qué atenerse. El volumen negociado en este grupo sigue siendo alto y la confusión del mercado se refleja en las operaciones a crédito, con partidas compradoras y vendedoras para casi todos estos valores, aunque con predominio de las compras.

También en el sector bancario se ha producido un descenso en el volumen de papel puesto a la venta, con un saldo global para los siete grandes de tan sólo 19.219 títulos sin contrapartida compradora. El número de operaciones casadas fue similar al de jornadas anteriores, manteniéndose la contratación en torno a los 800 millones de pesetas efectivas. Telefónica también se sumó a la tónica general y registró un descenso de tan sólo un octavo, lo que, unido al corto recorrido de las cotizaciones entre los valores industriales, ayudó considerablemente a que ningún índice general perdiera la cota del 110%.

Los pagarés, por su parte, han recuperado el nivel habitual en los tipos de interés, entre el 10,40% y el 9,25% para los del tesoro con pacto de recompra a una semana, al tiempo que para tres meses se vuelve al 9,37%. Los volúmenes contratados también vuelven a las cifras habituales, con algo más de 12.000 millones de pesetas nominales para el corto plazo, y apenas negocio a tres meses.