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Entrevista:ELECCIONES PRESIDENCIALES EN PORTUGAL

Soares: "Conmigo están los que quieren cambiar, mejorar y progresar"

"Detrás de Freitas están los nostálgicos del anterior régimen" - "Esta campaña ha irnpulsado la renovación de la izquierda"

Cualquiera que sea el resultado de la segunda vuelta de la elección presidencial portuguesa del próximo domingo, Mario Soares recordará estas tres últimas semanas, entre la primera y la segunda vuelta, como una de las etapas más gratas de su larga carrera política, iniciada a los 17 años. Este animal político de 61 años conriesa que nada le gusta más que la lucha política. Soares mantuvo esta entrevista en el coche que le llevaba a Évora, la,hermosa capital del Alentejo, feudo comunista, una de las cuatro provincias al sur del Tajo donde el candidato izquierdista Salgado Zenha obtuvo mayoría en la primera vuelta. Soares no pudo contener la satisfacción al ver su retrato cien veces repetido sobre los muros a la entrada de la ciudad blanca.

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Aunque reprime en público toda manifestación de triunfalismo para no herir la susceptibilidad de comunistas y eanistas, de cuyos votos depende su victoria el 16 de febrero, Soares saborea la derrota de sus eternos rivales de los últimos años, el líder comunista Álvaro Cunhal y el presidente Antonio Rarnalho Eanes.Ahora, el candidato delpueblo es él; el líder de todas las izquierdas pasadas, presentes y futuras; el que representa el espíritu del 25 de abril. Un Soares recuperado de su estrepitoso fracaso como primer ministro, que acabó con la dramática derrota electoral socialista en octubre de 1985, con los peores resultados de la existencia del partido.

Pregunta. ¿Espera vencer én la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con el voto de izquierda que fue, el 26 de enero, para los candidatos Salgado Zenha y Pintasilgo?

Respuesta. Ya que los otros candidatos de izquierda no pasaron a la segunda vuelta, es natural que todos los votos de este área vengan ahora hacia mí. Los trabajadores comunistas tienen, como comunistas, sus razones para no apreciarme; pero tienen también, como trabajadores, sus razones para preferirme a Freitas do Amaral, que es el candidato de la derecha.

Mi discurso está dirigido a todos los portugueses, pero es evidente que seré elegido por la izquierda y el centro-izquierda, que son mayoritarios desde que hay elecciones libres en Portugal.

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P. Su adversario le acusa de pretender capitalizar el voto del miedo, de dividir y radicalizar a la sociedad portuguesa.

R. Freitas do Amaral cuenta fundamentalmente con la abstención, para ganar, lo que es muy poco democrático. Fue la abstención lo que le dio resultados altos en la primera vuelta, un 46%, con un electorado inferior, numéricamente, a los de Alianza Democrática en 1979 y 1980. Y luego, después de la primera vuelta, llamó de forma bastante escandalosa a la abstención del partido comunista. Esperaba que los comunistas le darían la victoria en la segunda vuelta mediante la abstención. Esto no ocurrió porque los comunistas, en general, saben que es necesario, sobre todo, conservar el espíritu del 25 de abril y que necesitan un presidente que les dé garantías contra eventuales persecuciones y discriminaciones en los lugares de trabajo y en la vida pública. Freitas do Amaral, y sobre todo las fuerzas reaccionarias de la ultraderecha y muchos nostálgicos del pasado que apoyan su candidatura, no dan garantías de que no haya en el futuro persecuciones y discriminaciones contra la izquierda en Portugal.

Candidato de la izquierda

P. Usted dice que hay una diferencia entre la personalidad de Freitas y la dinámica de su candidatura. ¿Qué quiere decir con eso?

R. Mi candidatura es difícil. Empecé con una enorme desventaja, creada por la existencia de tres candidaturas fuertes en la izquierda. Yo tenía el apoyo del partido socialista, que salió herido de las elecciones legislativas de octubre. Salgado Zenha tenía el apoyo de dos partidos parlamentarios, el PCP y el PRD [eanista]. La candidatura de Pintasilgo tenía una dinámica muy grande y estaba en marcha hacía más de dos años a través de un movimiento de base muy persistente. Prevaleció el sentido común y el realismo, y fui el candidato escogido para representar a toda la izquierda. A partir de esta victoria, se creó una gran dinámica que agrupa todo. lo que es fiel al espíritu del 25 de abril, al ambiente de tolerancia y de libertad, de dignidad, de trabajo, que hay ahora en Portugal. Están conmigo, naturalmente, porque saben que, por detrás de Freitas, están los nostálgicos del anterior régimen, personas que nunca aceptaron el 25 de abril y siguen desconfiando de la democracia y de las libertades instauradas en Portugal en los últimos 10 años.

P. Dice usted que "nada volverá a ser igual después del 16 de febrero" y de su elección a la presidencia. ¿Por qué?

R. Esta campaña ha dado un gran impulso para la renovación de la izquierda en Portugal. Alrededor de mi candidatura están, naturalmente, el PS, ahora en plena renovación, pero también un gran conjunto de independientes, que dieron a mi campaña: un gran impacto entre la juventud y las fuerzas de la cultura, personas que quieren dar una nueva juventud a las esperanzas nacidas con el 25 de abril después de todas las frustraciones de los últimos 10 años. Quieren tomar una nueva partida, con un nuevo impulso de transformación y modernización de Portugal, ahora que estamos en la CEE y que fueron restablecidos los equilibrios financieros necesarios

Soares: "Conmigo están los que quieren cambiar, mejorar y progresar"

para que se pueda hablar con realismo de una política de desarrollo y de justicia social.P. ¿Estas afirmaciones tienen un sentido autocrítico?

R. Estoy muy feliz de reunir alrededor de mi candidatura las esperanzas de todos aquellos que quieren renovar la práctica política para hacer frente a los grandes retos a que se enfrentan actualmente a las sociedades modernas, industrializadas, de compatibilizar el desarrollo con la justicia social , la libertad con el progreso.

P. ¿Está satisfecho de toda su acción política pasada?

R. Tuve que gobernar Portugal en condiciones dramáticas, haciendo, no lo que me gustaría, sino lo que era necesario hacer, salvar a mi país. Vosotros, los españoles sabéis muy bien lo que quiero decir, porque también el PSOE tuvo la misión histórica de crear y desarrollar el Estado democrático español, el funcionamiento de las instituciones democráticas. En Portugal tuve, primero, que reorganizar el Estado después del período anarco-populista de la revolución, hacer frente a dos bancarrotas inminentes y restaurar los equilibrios de la sociedad portuguesa en el plano económico y financiero. Ahora hay condiciones para el desarrollo. Desgraciadamente, mi Gobierno cayó, pero ahora el país está animado por un gran soplo de libertad, un ansia de transformación, de modernización de la sociedad, que se identifica con mi candidatura. Todas las fuerzas del progreso, todos lo que quieren moverse, cambiar, mejorar, progresar, están conmigo. Ahora hay que elegir un presidente que sea una garantía de paz y estabilidad política y social, pero también fuente de inspiración para nuevas ideas para la modernización de Portugal, para hacer un país realmente europeo.

P. Su último Gobierno fue una alianza con los socialdemócratas¿Considera esta fórmula como la mejor para el futuro?

R.Considero que un Gobierno, para ser fuerte en democracia, debe tener una gran base de apoyo parlamentaria y una gran base de apoyo social. Es,preciso ponerse de acuerdo y concentrar los esfuerzos en la lucha contra la pqbreza, la ignorancia y la intolerancia, y convencerse de que están en el mismo barco los empresarios modernos y las fuerzas del trabajo y de la intelligentzia.

El futuro del PS

P. Si es elegido, ¿conservará, a Cavaco como primer ministro?

R. El presidente no debe derribar Gobiernos legítimos. Tengo una interpretación parlamentarista de la actual Constitución. Apoyaré al Gobierno mientras tenga la confianza del Parlamento.

P. Después de la primera vuelta, dirigentes del PS comentaban que, "felizmente, el partido está salvado". ¿Estaba en riesgo la existencia del PS portugués?

R. Después de las elecciones legislativas de octubre el PS quedó en una situación difícil: bajó del 36% al 20%, perdió 16 puntos, el 42% de su electorado, en una noche. Esto es muy grave. Pero sé que en política hay derrotas y derrotas-victorias. Y es necesario mantener las convicciones, seguir luchando. No me dejé abatir. En diciembre, en las municipales, el Partido Socialista recuperó posiciones, aunque en un nivel todavía bajo, porque tuvimos un 28%, y el electorado socialista en Portugal oscila entre el 28% y el 38% Gracias a mi victoria en la primera vuelta, que demostró que el liderazgo de toda la izquierda está en las manos del socialismo democrático, el PS está ahora muy bien. El futuro del partido será lo que los militantes quieran. El próximo congreso será un congreso abierto. Veremos quiénes serán los líderes del futuro. El PS está en plena renovación, tiene cuadros jóvenes de mucha calidad algunos conocidos y otros que van a salir a la luz en los próximos meses.

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