La asfixia financiera de México preocupa a la gran banca de Estados Unidos
La asfixia financiera provocada en México por la caída de los precios del petróleo está siendo objeto de intensos contactos entre la gran banca norteamericana acreedora del país azteca, cuya deuda externa se eleva actualmente a 97.000 millones de dólares, unos 14,5 billones de pesetas. El ministro de Asuntos Exteriores mexicano, Bernardo Sepúlveda, ha descartado la posibilidad de una moratoria en el pago de la deuda.
El comité de acreedores bancarios para la reestructuración de la deuda mexicana, comité que preside Citibank y en el que se integran 14 instituciones internacionales, mantiene estos días intensas sesiones de trabajo para perfilar una estrategia que, manteniendo a salvo los derechos de los acreedores, evite poner contra las cuerdas a México.Fuentes bancarias neoyorquinas consultadas por este periódico han señalado que el mencionado comité espera tener lista su estrategia para principios, de la próxima semana. Se trataría de articular un paquete global para el resto del año, que evitase, de acuerdo con la evolución prevista de la balanza de pagos mexicana, los sobresaltos mensuales de las peticiones de ayuda in extremis. Algunas informaciones han señalado que México necesitará un crédito de urgencia de 3.000 millones de dólares antes de fin del mes en curso, cifra que las fuentes consultadas reducen a 1.000 millones, y una cantidad similar en marzo.
"La situación es preocupante", ha señalado un alto directivo de uno de los grandes bancos de Manhattan. "México cuenta aún con reservas de divisas por importe de 5.500 millones de dólares, que no pueden dejar caer por debajo. De cualquier forma, los bancos creemos que se debe buscar una solución en la que participen todas las partes interesadas; por ejemplo, habrá que ver qué dicen el Club de París y las grandes agencias internacionales, como el FMI, además de la banca acreedora".
Exportar como sea
Por otra parte, el presidente de México, Miguel de la Madrid, salió ayer en visita oficial al Japón, de la que se espera la firma de importantes acuerdos comerciales. El viaje de Miguel de Madrid es seguido con interés en Estados Unidos, puesto que tales acuerdos podrían suponer un importante alivio para la si tuación de la balanza comercial mexicana.Hace unos días, el ministro mexicano de Comercio, Héctor Hernández, manifestaba en Davos, Suiza, que su país, a causa de la caída de los precios del crudo, necesitará 4.000 millones de dólares de dinero fresco para 1986, además de los 4. 100 millones autorizados por el Congreso mexicano para el año en curso. En total, pues, el país azteca necesitará una inyección neta de más de 8.000 millones de dólares, unos 1,2 billones de pesetas, para equilibrar su balanza de pagos.
Jacques Delors, presidente de la Comisión de la CE, había manifestado en el mismo escenario que México pierde 450 millones de dólares cada vez que el precio del crudo baja un dólar por barril. Para Delors, México har bía sufrido por esta causa "un segundo terremoto".
Según Hernández, las exportaciones de crudo mexicano para este año ya no serán suficientes por sí mismas para pagar el servicio de la deuda (intereses), cifrado para este año en poco más de 10.000 millones de dólares. A consecuencia de la renegociación efectuada en 1985, México no tendrá durante este año que atender a ningún pago del principal de su deuda.
Por otra parte, el ministro de Finanzas peruano, Luis Alva Castro, manifestó ayer en Washington que "las amenazas del FMI no tendrán ninguna repercusión ni harán cambiar la política económica peruana".
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